Desterrado (2014)

“Desterrado” es una apuesta audaz y, en última instancia, decepcionante por su ambición. La película, ambientada en la China del siglo XII, nos presenta un relato de redención con elementos de romance épico y acción desenfrenada. La historia, si bien tiene potencial, se ve obstaculizada por una dirección que carece de la cohesión y la claridad necesarias para llevar a cabo la visión del director. Los cambios de ritmo abruptos, la iluminación inconsistente y una cinematografía que, a veces, se ve sobrecargada de efectos especiales, dificultan la inmersión del espectador en el mundo medieval que se pretende construir. Se siente la intencionalidad de lucir grande, pero sin el corazón ni la sensibilidad que le darían profundidad a la narrativa.

El reparto, sin duda, es uno de los puntos fuertes de la película. Hayden Christensen, normalmente relegado a papeles de “guy next door” en la ciencia ficción, demuestra una notable versatilidad al interpretar a un guerrero atormentado por su pasado. Su presencia en pantalla, su intensidad y su capacidad para transmitir la carga emocional de su personaje, son elementos que rescatan a la película de la mediocridad. Nicolas Cage, por su parte, ofrece un papel de villano carismático y despiadado. Aunque su interpretación podría considerarse algo caricaturesca en ocasiones, aporta un contraste interesante al antagonista y su interpretación, aunque exagerada, es memorable. La química entre Christensen y Cage, a pesar de las circunstancias, es palpable y contribuye a la dinámica del conflicto central.

El guion, no obstante, presenta inconsistencias significativas. La trama principal, centrada en la redención del guerrero y su misión suicida, se diluye en subtramas que, aunque interesantes en su momento, no se integran de manera fluida en la historia principal. La exploración de la brujería, aunque visualmente atractiva, se siente superficial y mal justificada dentro del contexto de la película. Además, el desarrollo de la princesa, la pieza clave para el inicio de la aventura, es lamentablemente limitado y se construye a partir de motivaciones poco claras. El peso de la historia se centra demasiado en la acción y en los espectaculares enfrentamientos, relegando a un segundo plano las relaciones emocionales y la construcción de personajes más complejos. La película parece estar más interesada en mostrarse grandiosa que en contar una historia convincente.

A pesar de sus fallos, “Desterrado” ofrece momentos de entretenimiento visualmente estimulantes. Las secuencias de batalla, coreografiadas con un virtuosismo notable, son espectaculares y prometen a los aficionados al cine de acción. Sin embargo, la película necesita un pulido considerable para alcanzar su potencial. El tema de la redención, a menudo tratado con solemnidad, aquí se presenta de forma algo banal y con un ritmo desigual, lo que resta impacto emocional a la narrativa. Se podría haber explorado de forma más profunda la lucha interna del protagonista y las consecuencias morales de sus actos. En definitiva, es una película con ambición desmedida que, a pesar de sus virtudes visuales, no logra consolidarse como una joya del género.

Nota: 6/10