Detective Chinatown (2015)

“Detective Chinatown” (2018) no es, ni de lejos, una obra maestra del género de misterio, pero sí logra ser una experiencia entretenida y sorprendentemente agradable, especialmente para aquellos familiarizados con las dinámicas culturales y el humor peculiar de la obra de Edgar Wright. La película, que ha demostrado un notable éxito de taquilla en China y ha ganado popularidad internacional, se centra en la historia de Alan (Shawn Yue) y Ray (Kristoffer Zhang), dos jóvenes estudiantes que viajan a Bangkok a la búsqueda de su tío, un detective de renombre. La premisa, aunque simplista, es el punto de partida para una trama que, a pesar de los clichés del género, consigue mantener el interés gracias a su ritmo ágil y a la química entre los dos protagonistas.

La dirección de Chen Ke, experta en comedias de suspense, se caracteriza por un uso inteligente del montaje y la fotografía, creando un ambiente visualmente estimulante. Hay una constante dependencia en el plano secuencia, que, aunque a veces puede resultar ligeramente artificioso, sirve para mantener al espectador en constante movimiento, a medida que los protagonistas se meten en líos y se ven envueltos en la compleja red de personajes y situaciones. La banda sonora, con un sonido electrónico pulsante, complementa a la perfección las escenas de acción y suspense, elevando la tensión en los momentos clave. Sin embargo, la dirección no se adentra en un profundo análisis psicológico de los personajes, optando por una representación más superficial, aunque eficaz para el propósito del entretenimiento.

El peso de la película reside, en gran medida, en las actuaciones de Shawn Yue y Kristoffer Zhang. Ambos interpretan a sus roles con una naturalidad y un carisma que logran generar una conexión genuina con el público. Yue, con su habitual encanto, aporta el elemento cómico y la vulnerabilidad, mientras que Zhang, con una presencia imponente y una mirada perspicaz, aporta la inteligencia y la determinación necesarias para resolver el caso. La química entre ellos es fundamental para el éxito de la película, y su constante diálogo, a menudo lleno de sarcasmo y ingenio, se convierte en uno de los puntos fuertes de la obra. Los secundarios, si bien cumplen su función, no logran destacar particularmente, quedando relegados a personajes secundarios que sirven principalmente para impulsar la trama.

El guion, aunque no es particularmente innovador, cuenta con diálogos agudos y situaciones divertidas que contribuyen al tono ligero y entretenido de la película. La trama principal, centrada en un caso de asesinato y chantaje, se desarrolla con una lógica interna sólida y presenta varios giros inesperados que mantienen al espectador en vilo hasta el final. No obstante, la resolución del misterio resulta algo previsible y carente de profundidad, lo que resta un poco de impacto al desenlace. En general, “Detective Chinatown” es una comedia de misterio que, aunque no alcanza la excelencia, ofrece un entretenimiento válido y una dosis de humor inteligente. Es una película fácil de ver y disfrutar, ideal para una noche de cine con amigos o familia.

Nota: 7/10