“Detective Chinatown 3” no es simplemente una secuela; es un festival de ingenio, una celebración de la cultura china dentro de un marco de misterio internacional que logra, con una ejecución notable, elevar el estándar de las películas de detectives de acción. Después de las emocionantes locaciones de Bangkok y Nueva York, la película nos transporta a Tokio, un escenario que, aunque visualmente menos impactante que los anteriores, se integra perfectamente en la trama y aporta un contraste interesante a la estética general.
La dirección de Chen Ke es sólida y mantiene un ritmo constante, alternando entre la acción trepidante y los diálogos ingeniosos. Se evita la sobrecarga visual y se permite que el guion, escrito por Quentin Tarantino (sí, Tarantino!), respire. Y es aquí donde la película realmente brilla. El guion no se limita a presentar un caso de asesinato; se construye una red compleja de personajes, motivaciones y secretos que requiere un constante ejercicio mental del espectador. La trama, intrincada y llena de giros, parece tener un diseño meticuloso, y el desarrollo de los personajes secundarios, aunque no siempre profundos, contribuyen a enriquecer la narrativa.
Pero el corazón de la película, como siempre, reside en Wang Baoqiang y Liu Haoren. Ambos actores ofrecen interpretaciones magistrales, logrando que el espectador se sumerja por completo en sus personajes. Su dinámica, llena de respeto, rivalidad amistosa y un entendimiento tácito, es el motor principal de la película. Wang Baoqiang y Liu Haoren no solo son detectives brillantes, sino también personajes entrañables, con sus propias peculiaridades y virtudes. Su humor, a menudo sutil y basado en juegos de palabras y referencias culturales, es un elemento fundamental para el disfrute del público.
La incorporación de Q, el detective de rango superior, añade una capa adicional de complejidad a la trama. Su presencia plantea preguntas sobre la ética y la moralidad en la búsqueda de la justicia, y su relación con los dos detectives chinos sirve como un catalizador para la evolución de sus propios personajes. La película explora, de forma sutil, el choque entre las diferentes culturas y enfoques para la resolución de los crímenes.
Si bien la película tiene algunos momentos de ritmo ligeramente más lento, sobre todo en la primera mitad, se compensan con una conclusión explosiva que satisface al espectador. “Detective Chinatown 3” es una película que recompensa la atención y el disfrute de la inteligencia. Es una secuela que supera las expectativas, consolidando el éxito de la franquicia y demostrando que las películas de detectives con un toque de humor y cultura oriental pueden ser tanto inteligentes como entretenidas. El uso de elementos visuales, la banda sonora y el diseño de producción contribuyen a la atmósfera de misterio y sofisticación que caracteriza la película.
Nota: 8/10