Detective Conan 19: Los girasoles del fuego infernal (2015)

‘Detective Conan 19: Los girasoles del fuego infernal’ es una entrega que, aunque visualmente impactante y con un núcleo argumental que resuena con la atmósfera de los grandes thrillers, se siente un tanto desconectada de la esencia que ha definido a la serie. La película se desvive por la ambientación de Nueva York, recreando con detalle una metrópolis vibrante y llena de contrastes, desde los lujosos salones de subastas hasta los callejones oscuros y húmedos. Esta atmósfera, pulida con una dirección de fotografía impresionante y una banda sonora que equilibra la tensión con la elegancia, es sin duda uno de los mayores logros de la producción. El trabajo de dirección de Hirotaka Suzuki es notable en su capacidad para construir una narrativa visualmente rica y memorable, que justifica a sí misma incluso si la trama principal no alcanza al máximo su potencial.

Sin embargo, la premisa del atraco de los Girasoles de Van Gogh, originalmente pintados por el famoso artista holandés, se siente un poco artificiosa. La conexión con el arte, aunque presente, parece más una excusa para el drama que una pieza integral del guion. El conflicto entre el grupo financiero Suzuki y el Kaito Kid se desarrolla de forma relativamente lenta y las motivaciones del criminal no están del todo desarrolladas. Aunque Takeshi Sudo, interpretado por Masatō Sakai, ofrece una actuación convincente como el Kaito Kid, su personaje carece de la complejidad psicológica que podría haber elevado el conflicto. La historia no explora en profundidad las posibles razones detrás de sus robos, limitándose a presentar un villano carismático, pero a la vez, impersonal.

Las actuaciones de los detectives Ran y Kogoro Mori, interpretados por Erika Toda y Takuya Kimura, respectivamente, son sólidas y cumplen su función, aunque su papel se ve eclipsado por la espectacularidad del atraco y la figura del Kaito Kid. La química entre los personajes, un elemento fundamental de la serie, se mantiene presente, pero no alcanza a brillar con la misma intensidad. El guion, en general, se centra más en la acción y la investigación detectivesca que en el desarrollo de los personajes y la exploración de temas más profundos. Se aprecia un esfuerzo por mantener el ritmo trepidante característico de ‘Detective Conan’, pero a veces a costa de la coherencia narrativa y el desarrollo de personajes más allá de sus roles básicos.

A pesar de sus fallos, ‘Detective Conan 19: Los girasoles del fuego infernal’ es, en definitiva, una película entretenida y visualmente estimulante. No es una entrega que redefine la serie, pero sí ofrece un espectáculo visual considerable y un buen thriller detectivesco. La capacidad de la serie para transportar al espectador a mundos únicos y presentar una lógica detectivesca, aunque simplificada, sigue siendo un punto fuerte. Se nota la influencia de otros thrillers clásicos, pero la película logra mantener su propia identidad dentro del universo ‘Detective Conan’. Es una opción recomendable para los fans de la serie, aunque quizás no para aquellos que buscan una narrativa más innovadora o un desarrollo de personajes más profundo.

Nota: 7/10