Detective Knight: Última misión (2023)

“Detective Knight: Última Misión” es una propuesta de acción y comedia que, si bien no llega a ser una obra maestra, ofrece un entretenimiento disfrutable, especialmente para aquellos que buscan una escapada ligera para un fin de semana. La película, dirigida por Chris Connery, apuesta por un tono deliberadamente exagerado y, francamente, a veces caótico, que, en mi opinión, es tanto su mayor fortaleza como su punto débil.

La historia, centrada en el detective James Knight (interpretado con su habitual cinismo y desgana por Brendan Fraser), es una premisa ingeniosa: un error de logística y un ladrón desquiciado, con el Día de la Independencia como telón de fondo, podrían desencadenar una catástrofe masiva. La dirección de Connery es funcional, manejando con soltura las escenas de persecución y explosiones, aunque carece de una identidad propia. Hay una notable dependencia en planos acelerados y efectos visuales que, en ocasiones, recuerdan a producciones más baratas de Hollywood. No obstante, la puesta en escena es dinámica y la banda sonora, con sus melodías épicas, contribuye a crear una atmósfera de caos controlado que funciona a favor de la comedia.

Brendan Fraser, una vez más, demuestra su versatilidad como actor. Su interpretación de Knight es la columna vertebral de la película y su capacidad para alternar entre el sarcasmo, la desesperación y la acción lo convierte en un personaje entrañable. El reparto de apoyo, con actores como Lucy Lui y Boyd Holbrook, ofrece un buen soporte, aunque sus personajes son, en su mayoría, estereotipados. Sin embargo, la química entre Fraser y Holbrook, en particular, aporta momentos de genuino humor. La actuación de Holbrook, en su papel de antagonista, es particularmente destacable, ofreciendo una combinación de torpeza y amenaza que resulta efectiva.

El guion, escrito por Chris Thorne, es el elemento más inconsistente de la película. Presenta ideas interesantes que, lamentablemente, no se desarrollan por completo. El humor a veces se siente forzado y las secuencias de acción, aunque visualmente estimulantes, se basan en clichés. El ritmo es irregular; hay momentos de brillante ingenio interrumpidos por secciones innecesariamente largas y lentas. La trama principal, aunque original en su premisa, carece de profundidad y la resolución final, aunque explosiva, resulta algo predecible. Se podría haber trabajado más en las motivaciones del villano y en la exploración de las implicaciones morales de las acciones de Knight.

En definitiva, "Detective Knight: Última Misión" es una película de acción y comedia que, si bien no es innovadora ni particularmente memorable, ofrece un entretenimiento ligero y un buen rato. Su punto fuerte reside en la carismática interpretación de Brendan Fraser y en la atmósfera caótica que se genera. Es una opción decente para una noche de cine, pero no esperen una obra maestra.

Nota: 6/10