Devuélveme mi suerte (2006)

“Devuélveme mi suerte” es una comedia romántica que, aunque no alcanza la originalidad ni el impacto de otras películas del género, ofrece un entretenimiento ligero y, en su núcleo, una reflexión sobre la percepción de la suerte y la importancia de vivir el presente. Dirigida con una paleta visual encantadora, la película de Michael Gilmore se centra en Ashley, interpretada con una energía contagiosa por Lindsay Lohan. Lohan, que ha recorrido un largo camino desde su época dorada, recupera el carisma que la hizo famosa, aunque el papel requiere una cierta indulgencia por parte del espectador.

La premisa, aunque básica, es intrigante. La inversión de roles, donde la chica más afortunada de Nueva York se ve plagada de mala suerte, y viceversa, proporciona un motor narrativo interesante. La película se basa en la idea de que la felicidad no reside en la anticipación de un futuro ideal, sino en la capacidad de aceptar y aprender de las dificultades. La comedia, sin embargo, a veces se siente un poco forzada, recurriendo a chistes predecibles y situaciones exageradas. Afortunadamente, la química entre Lohan y Chris Pine, cuya interpretación de Jake, el chico con mala suerte, es convincente y con un toque de humor, ayuda a mantener el interés.

La dirección de Gilmore se destaca por su cuidada estética. Nueva York es retratada con una belleza vibrante, aprovechando al máximo los escenarios nocturnos y las luces brillantes. La banda sonora, llena de canciones pop actuales, complementa a la perfección la atmósfera de la película. No obstante, la película podría haber tenido un mayor impacto visualmente. El uso de efectos especiales es limitado, y en algunos momentos se nota la falta de inversión en aspectos más técnicos.

El guion, coescrito por los propios Gilmore y otros, es el punto débil de la película. Si bien la idea central es sólida, el desarrollo de la trama es superficial. Los personajes secundarios carecen de profundidad, y los diálogos, aunque entretenidos en su mayoría, a veces son demasiado clichés. La película aborda temas como la autoaceptación y la importancia de perseguir los sueños, pero lo hace de forma diluida, sin ofrecer una reflexión profunda. Se intuye un potencial que no se completa, una oportunidad perdida para explorar las consecuencias emocionales de la inversión de roles y el impacto de la suerte en la vida de los personajes.

A pesar de sus defectos, “Devuélveme mi suerte” es una comedia ligera que ofrece un escape agradable. La presencia de Lindsay Lohan y la química con Chris Pine, junto a la estética visualmente atractiva, la convierten en una opción divertida para una noche de cine. Sin embargo, la falta de originalidad y la superficialidad del guion impiden que la película se eleve por encima de la media.

Nota: 6/10