Di Ambang Kematian (2023)

“Di Ambang Kematian” (Al Borde de la Muerte), la nueva película de director Dheeraj Tejawan, es una obra brutalmente honesta que se adentra en las profundidades del duelo y la desesperación. No es un melodrama fácil ni un espectáculo de violencia gratuita, sino un retrato crudo y doloroso de cómo la pérdida puede transformar a una persona, llevándola a los márgenes de la sociedad y a una lucha por la supervivencia. La película no se anda con rodeos y ofrece una experiencia cinematográfica que, sin duda, dejará una huella imborrable en el espectador.

La dirección de Tejawan es magistral en su sobriedad. Evita los clichés del género, centrándose en la atmósfera y en la construcción del personaje de Nadia (Taskya Namya), una mujer cuya fragilidad interna se ve contrastada con una determinación aterradora. Namya ofrece una actuación deslumbrante, transmitiendo con maestría la angustia, el miedo y la rabia que consume a su personaje. Su interpretación es visceral y auténtica, y se convierte en el núcleo emocional de la película. Teuku Rifnu Wikana, como el padre de Nadia, aporta una presencia imponente y llena de arrepentimiento, un hombre marcado por el sacrificio que ha hecho y atormentado por la culpa. Los secundarios, Wafda Saifan Lubis y Kinaryosih, ofrecen también interpretaciones sólidas, dotando de realismo a los personajes que los rodean.

El guion, co-escrito por Dheeraj Tejawan y Daniel Azhar Rahmadsyah, es notablemente inteligente. Evita las simplificaciones y explora las consecuencias psicológicas de la pérdida de manera contundente. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que se centra en mostrar la realidad de una mujer desamparada, enfrentada a un mundo despiadado donde la supervivencia es lo único que importa. La historia avanza a un ritmo pausado pero efectivo, permitiendo que el espectador se involucre emocionalmente en la lucha de Nadia. La narrativa, aunque densa en momentos, logra mantener el interés gracias a la intensidad de las situaciones y la complejidad de los personajes. La película se sirve de una fotografía oscura y desoladora, que refuerza la atmósfera opresiva y refleja el estado emocional de la protagonista. La banda sonora, aunque discreta, complementa de forma efectiva el tono general de la película.

Sin embargo, es importante señalar que “Di Ambang Kematian” no es una película fácil de ver. Es intensa, perturbadora y, en ocasiones, explícita. La violencia, aunque no es el foco principal de la historia, está presente y se utiliza de manera deliberada para ilustrar la brutalidad del mundo en el que Nadia se encuentra. Es una película que exige una mirada reflexiva y que, sin duda, provocará debates y sentimientos encontrados. No es un entretenimiento ligero, sino una experiencia cinematográfica valiente y honesta, que nos obliga a enfrentarnos a la oscuridad del alma humana.

Nota: 8/10