Diario de Greg: Carretera y manta (2017)

“Diario de Greg: Carretera y manta” es, en esencia, un recordatorio de que la planificación meticulosa y la lógica pueden ser, a veces, derrotadas por la innegable astucia de un niño de diez años. La película, adaptada de una de las sagas juveniles más exitosas, no intenta reinventar la rueda, y esa es precisamente su fortaleza. En lugar de buscar un impacto visual o narrativo arriesgado, se aferra a la familiaridad y al humor inocente que ha caracterizado las obras de Jeff Kinney, y lo hace con una considerable eficacia.

El viaje de la familia Heffley hacia el lejano estado de Nevada para celebrar el cumpleaños de la abuela es, desde el principio, el caldo de cultivo de las desventuras. Greg Heffley, el protagonista, un niño obsesionado con los videojuegos y la evitación de las responsabilidades, manipula con maestría a sus padres, creando una serie de obstáculos absurdos y, por ende, cómicos. La película captura perfectamente la energía y el entusiasmo de las novelas originales, trasladando al espectador la sensación de estar participando en una de esas elaboradas y caóticas conspiraciones infantiles. No obstante, el verdadero núcleo de la película reside en las reacciones de los padres de Greg. Al principio, son víctimas de las artimañas del hijo, pero a medida que el viaje avanza, comienzan a ceder ante la lógica, por retorcida que sea, de Greg. Las actuaciones de Blake Lively y John Krasinski como los padres de Greg son particularmente notables, logrando equilibrar la exasperación y el cariño de manera convincente.

La dirección de Chris McKay es sólida y funcional. Se centra en la acción y el humor visual, ofreciendo secuencias de viaje y encuentros inesperados que son agradables de ver, aunque no especialmente memorables. La película evita los clichés del género familiar, optando por un ritmo desenfadado y una comicidad derivada de la situación, más que de la creación de personajes extravagantes. El guion, adaptado de los libros, no se preocupa por profundizar en las motivaciones de los personajes adultos, sino que se enfoca en los efectos de las decisiones de Greg, que a menudo resultan desastrosos y absurdos. Es una película que se disfruta más por su espíritu ligero y su capacidad para evocar la nostalgia de aquellos que han leído los libros.

Si bien la película carece de la complejidad emocional o la originalidad narrativa que podría haber alcanzado, es un entretenimiento familiar agradable y eficaz. No es una obra maestra cinematográfica, pero cumple su cometido de ofrecer una experiencia de ocio familiar, capaz de generar risas genuinas y, quizás, incluso una reflexión sobre la importancia de la paciencia y la comprensión. Para los fans de la serie, será una experiencia muy satisfactoria, y para los nuevos espectadores, una introducción ligera y divertida a la historia de Greg Heffley.

Nota: 6/10