Diario de un ejecutivo agresivo (2006)

“Diario de un Ejecutivo Agresivo” no es precisamente un hito del cine, pero se alza como una comedia negra sorprendentemente eficaz y, sobre todo, profundamente inquietante. Ben Affleck, en un papel que parece diseñado a su medida, ofrece una interpretación magistral de Jack Giamoro, un hombre que encarna la insatisfacción y la amargura de la clase alta. Affleck no solo interpreta a un ejecutivo frío y calculador, sino que también transmite, con una sutileza inquietante, el vacío emocional que lo carcome. La dirección de Marc Foster es precisa y, a pesar de la ambientación glamurosa de Los Ángeles, mantiene un tono de claustrofobia constante, reflejando la mentalidad asfixiante de Jack.

La película construye su drama no a través de explosiones grandilocuentes, sino a través de la observación meticulosa de los personajes y de la progresiva erosión de la confianza. El guion, coescrito por Affleck y Eric Roth, se centra en la psicología de Jack, explorando temas como el éxito superficial, la infidelidad, la ambición desmedida y la búsqueda de la autenticidad. No es una historia de acción y aventura, sino una disección de la psique de un hombre que, al parecer, tiene todo, pero anhela algo más. La escritura es inteligente y, a veces, brutalmente honesta, evitando los clichés y las soluciones fáciles. John Cleese, como el pomposo y temperamental señor Primkin, aporta una dosis de humor ácido y una caracterización memorable. Sin embargo, su presencia, si bien efectiva, no eclipsa la complejidad de la historia principal.

Las actuaciones son, en general, excepcionales. Adam Goldberg como Phil Balow, el guionista de teleseries, es un villano sutil y convincente, con una mirada que revela una ambición despiadada. Bai Ling, en su breve aparición, deja una huella impactante, representando un misterio y una amenaza que acechan en las sombras. La película se beneficia de la química entre Affleck y Romijn, que aunque no siempre es romántica, sí genera una dinámica palpable de frustración y desconfianza. La elección musical, minimalista pero impactante, refuerza el ambiente opresivo y la sensación de desorientación que experimenta Jack.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. A veces, el ritmo es un poco lento, y algunos diálogos resultan demasiado artificiosos. No obstante, estas pequeñas imperfecciones palidecen en comparación con la fuerza de la historia y el impacto emocional de las actuaciones. "Diario de un Ejecutivo Agresivo" es, en definitiva, una comedia negra sofisticada que invita a la reflexión sobre los valores de una sociedad obsesionada con el éxito y el materialismo. Una obra que, con una cierta distancia, se queda resonando en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 7.5/10