Die wilden Kerle - Die Legende lebt (2016)

“Die wilden Kerle - Die Legende lebt” no es solo una secuela; es una reafirmación del espíritu de aventura juvenil que la saga ha cultivado desde sus inicios. Michael Sommerer, Jimi Blue Ochsenknecht, Wilson Gonzalez Ochsenknecht y Rufus Beck, como el núcleo de esta nueva generación de ‘wilder Kerle’, logran mantener la chispa que caracteriza la serie, aunque, admito, con cierta nostalgia. La película se centra en Leo y sus amigos, que, como tantos antes, se dedican a imitar los partidos históricos que amaron. Esta premisa, que siempre fue un punto fuerte, funciona perfectamente, generando momentos de pura diversión y, a veces, de cierta crudeza, reflejando la inocencia y el deseo de ser como los héroes del pasado.

La dirección de Sommerer es sólida y se centra en la acción y el humor. No se trata de una película excesivamente ambiciosa, ni busca reinventar la fórmula, sino que la perfecciona, manteniendo el ritmo ágil y la comedia física que funcionan tan bien. El guion, en gran medida, se apoya en la familiaridad del material original. Aunque hay algunos giros argumentales que podrían haber sido más elaborados, la película se inclina por la sencillez y la inmediata conexión con el espectador infantil. Los problemas, si es que los hay, residen en que la trama se desarrolla de una manera algo predecible, y que, a pesar de la ambientación de diferentes escenarios, carece de una profundidad emocional real. Se siente que la película se concentra en la comedia y la acción, dejando a un lado el desarrollo de los personajes, lo cual es un punto débil que afecta a la experiencia general.

Sin embargo, es imposible negar la química entre los actores. Sommerer, Ochsenknecht y González se complementan a la perfección, transmitiendo naturalidad y entusiasmo. Rufus Beck, en su papel secundario, aporta una dosis extra de humor y, a veces, de reflexión. Lo más destacable es la manera en que los actores recrean las situaciones que los personajes imaginarían, interactuando con la época y los jugadores históricos de forma muy convincente. La banda sonora, con canciones populares de la época, acentúa la atmósfera y ayuda a sumergir al espectador en la recreación del pasado. La película sabe, de nuevo, cómo conectar con el público más joven, pero también ofrece momentos de disfrute para las generaciones que crecieron con la original.

En definitiva, “Die wilden Kerle - Die Legende lebt” es una secuela que cumple su cometido: entretener y reavivar la llama de la aventura. Aunque no es una obra maestra cinematográfica, sí que es un entretenimiento familiar sólido y divertido. Es una película que celebra la amistad, la pasión por el deporte y el espíritu de los jóvenes que sueñan con ser leyenda. No es una revolución, pero es una reafirmación de un clásico.

Nota:** 7/10