
Dirty Dancing 2 (2004)
(EN) · Romance, Drama · 1h 22m
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Dónde ver Dirty Dancing 2
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Sinopsis
Es 1958. Tras instalarse en La Habana, a donde ha sido destinado su padre, en la joven Katey Miller se despierta una entusiasta curiosidad por la cultura hispana. Después de recibir clases de bailes de salón, se une al grupo de jóvenes americanos que se alojan también en el exclusivo hotel Océana. Allí conoce a Javier, camarero y excelente bailarín. Decidida a aprender esos ritmos que Javier parece llevar en la sangre, Katey lo convence para que sea su pareja en un prestigioso concurso nacional de baile que se celebra en el club Palace. Así empezarán a ensayar sensuales y armoniosos pasos en el Havana nightclub, mientras la pasión va surgiendo entre ellos.
Ficha de la película
Dirty Dancing: Havana Nights
EN
Lawrence Bender, Sarah Green
Reparto principal de Dirty Dancing 2
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Dirty Dancing 2.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Dirty Dancing 2
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
En el escenario voluptuoso de La Habana de los años cincuentos, la película 'Dirty Dancing 2' ofrece una narrativa que reúne elementos de romance, música y danza en un melodrama atractivo. Aunque no alcanza la emoción y la magia de su predecesora original, 'Dirty Dancing', la secuela es digna de mencionarse por sus buenas intenciones y algunos momentos emotivos.
La dirección de 'Dirty Dancing 2' es discreta, pero efectiva en su capacidad para capturar el espíritu de La Habana y transmitirlo a través del telón grande. El guion, sin embargo, carece de profundidad emocional comparada con la historia original, pero logra crear un ambiente tenso y dramático que enriquecen los momentos más intensos de la trama. Los personajes principales son desarrollados bastante bien, aunque falta algo más para hacerlos realmente memorables o provocativos.
En cuanto a los aspectos técnicos, la dirección de fotografía es estupenda y logra capturar en imagen el encantamiento de La Habana. Las secuencias de baile son muy agradables y expresivas, aunque carecen un poco de la armonía y la emoción que se encontraron en los pasos de 'Dirty Dancing'. Por otro lado, la actuación es aceptable y suficiente para avanzar la trama, aunque no pueden compararse con las interpretaciones de Patrick Swayze y Jennifer Grey en el clásico original.
La banda sonora de 'Dirty Dancing 2' es una mezcla divertida de ritmos latinos y pop contemporáneos, que funciona bastante bien para avanzar la trama y crear un ambiente adecuado. Sin embargo, no logra capturar el mismo encanto y la misma energía que la famosa banda sonora de 'Dirty Dancing', aunque es una buena elección musical.
En resumen, 'Dirty Dancing 2' es una película agradable y divertida que ofrece una buena mezcla de romance, danza y música. Aunque no alcanza la emoción y la magia de su predecesora, la secuela es digna de mencionarse por sus buenas intenciones y algunos momentos emotivos. Es una película que puede ser disfrutada tanto por aquellas personas que aman el género del melodrama como por los seguidores de la saga 'Dirty Dancing'.
Por último, cabe destacar que 'Dirty Dancing 2' es una secuela digna de mencionarse, aunque no alcanza el nivel de calidad de su predecesora. Es una película divertida y agradable que puede proporcionar algunas horas de entretenimiento en cualquier ocasión.
Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Dirty Dancing 2. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Dirty Dancing 2: Havana Nights” es una película que, en el mejor de los casos, intenta recuperar el espíritu vibrante y la nostalgia del original, pero al final se queda lamentablemente a medio camino. La trama, en esencia, es sencilla y familiar: una joven estadounidense se enamora de un bailarín cubano y juntos se preparan para un concurso de baile. Sin embargo, la película carece de la chispa y la autenticidad que hicieron tan memorable la primera entrega. La historia se siente como una copia barata, sin aportar ninguna perspectiva fresca ni una profundidad emocional que realmente conecte con el espectador.
La dirección de Xavier Vargas, aunque visualmente agradable, carece de un estilo propio. Los colores son vibrantes, capturando la sensualidad de la Habana, pero la cinematografía es demasiado expositiva y, en ocasiones, artificial. Los planos largos de baile, aunque estilizados, no transmiten la emoción del movimiento, sino que se limitan a ser demostraciones visuales. No hay un trabajo de cámara particularmente memorable, ni una narrativa visual que impulse la trama.
Las actuaciones son desiguales. Jennifer Diaz, como Katey Miller, tiene un carisma natural, y su interpretación es honesta, aunque a veces su personaje resulta un tanto ingenuo. Sin embargo, su química con Alejandro Morales, que interpreta a Javier, es algo forzada. Los diálogos son poco trabajados, y la relación entre los dos protagonistas se siente predecible y, en última instancia, insatisfactoria. Morales, por otro lado, ofrece una presencia física convincente, pero le falta la sutileza y la complejidad necesarias para que su personaje sea realmente memorable. La química entre los dos actores no se consigue, lo que impacta negativamente en la credibilidad de la historia.
El guion es, sin duda, el punto más débil de la película. Las situaciones son repetitivas y previsibles, y el desarrollo de la trama se apresura innecesariamente. La película intenta explorar temas como la cultura, la música y el choque de culturas, pero lo hace de forma superficial, sin profundizar en las complejidades de la realidad cubana. Se intuye una banda sonora rica, llena de ritmos latinos, pero ésta apenas se utiliza para complementar la acción, dejando pasar la oportunidad de ser un elemento central de la narrativa. Las secuencias de baile, aunque coreografías bien ejecutadas, se sienten desconectadas del resto de la película, como si fueran añadidas al final. La película se olvida de explorar las motivaciones profundas de sus personajes y se concentra demasiado en los elementos superficiales de la trama.
En definitiva, "Dirty Dancing 2: Havana Nights" es una producción olvidable que no logra emular el encanto y la originalidad del clásico. Una oportunidad perdida para explorar un contexto cultural fascinante y ofrecer una historia romántica con sustancia. La película es un ejercicio de nostalgia que, lamentablemente, carece de la magia que la hacía especial.
Nota: 5/10
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