Divina pero peligrosa (2001)

“Divina pero peligrosa” es un thriller psicológico lento pero perturbador, una película que se adentra en lo inquietante y lo misterioso, dejándote con una sensación persistente de incomodidad mucho después de que los créditos finales rueden. La película, dirigida por Roseanne Liang, no busca el impacto inmediato y explosivo del cine mainstream; en cambio, construye una atmósfera tensa y claustrofóbica que se siente cada vez más pesada a medida que avanza la trama. Liang, conocida por su trabajo en televisión, demuestra una habilidad sorprendente para manejar el ritmo deliberadamente pausado y la narrativa no lineal, creando una experiencia cinematográfica única.

Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Liv Tyler ofrece una interpretación magistral como Jewell, una mujer aparentemente frágil y vulnerable, pero que encubre una intensidad y un aura de peligro que son palpables. No se trata de una belleza convencional; su personaje es complejo y contradictorio, y Tyler la retrata con una honestidad que te obliga a cuestionar su motivación y sus acciones. Matt Dillon aporta la habitual intensidad y la reserva, interpretando al camarero con una mezcla de cautela y fascinación. Paul Reiser, en su papel de abogado, ofrece una actuación sutil pero efectiva, transmitiendo la desesperación y la confusión de un hombre atrapado en una situación que no entiende. John Goodman, como el policía, complementa a los otros actores, aportando una presencia imponente y una mirada que sugiere que está al tanto de algo que los demás no ven.

El guion, escrito por Liang y Roseanne Liang, es donde la película realmente brilla. Se centra en la ambigüedad y la incertidumbre. No proporciona respuestas fáciles ni explicaciones lógicas para los sucesos extraños que rodean a Jewell. En cambio, se concentra en los pequeños detalles, en los gestos y en las miradas, dejando que el espectador interprete y construya su propia historia. La película juega con las ideas de la superstición, la magia y la responsabilidad, planteando preguntas sobre el impacto que nuestras acciones pueden tener en la vida de los demás. Aunque algunos pueden encontrar el ritmo lento frustrante, creo que es precisamente esa deliberada lentitud lo que permite que la película desarrolle su atmósfera y su impacto emocional. La exploración de la dinámica de poder entre los personajes, y la forma en que cada uno se relaciona con la figura enigmática de Jewell, es particularmente convincente. Sin embargo, a veces, la deliberada ambigüedad llega al punto de la confusión, y algunas escenas podrían haberse beneficiado de una mayor claridad.

En general, “Divina pero peligrosa” es una película inteligente, inquietante y visualmente atractiva. No es un thriller convencional, y no pretende serlo, pero sí logra generar una experiencia cinematográfica memorable que te hará reflexionar sobre la naturaleza de la magia, la responsabilidad y el poder de la percepción.

Nota: 7/10