Django desencadenado (2012)

“Django desencadenado” (Django Unchained) es una película que se entrega a la ambición, al comentario social y a una violencia visceral que, a su vez, se equilibra con momentos de humor negro y diálogos afilados. Quentin Tarantino, como es habitual, nos presenta un universo propio, un duelo de culturas, un choque de moralidades, ambientado en el sur profundo de Estados Unidos de 1861. La película no rehúye la brutalidad de la esclavitud, representándola con un realismo inquietante que, aunque perturbador, es esencial para comprender el contexto en el que se desenvuelve la historia.

La dirección de Tarantino es impecable. Logra construir una atmósfera densa y claustrofóbica, utilizando la fotografía de Roger Deakins para crear imágenes impactantes y memorables. La coreografía de las escenas de acción es particularmente notable, siendo la persecución a caballo en el desierto una de las secuencias más memorables del cine. Sin embargo, más allá de la puesta en escena, es la forma en que Tarantino construye la tensión, anticipando cada golpe y cada confrontación, lo que hace que la película sea tan efectiva.

Las actuaciones son, en su gran mayoría, sobresalientes. Christoph Waltz como el cazarrecompensas alemán Hans Schultz ofrece una interpretación maestra de ironía y ambigüedad moral. Waltz, en un papel aparentemente divertido, explora la complejidad de un hombre con un pasado oscuro y una brújula moral cuestionable. Ejemplar es también el trabajo de Jamie Foxx como Django Freeman. Foxx, tras un inicio algo vacilante, madura en la historia, transmitiendo con intensidad la rabia, el dolor y la necesidad de venganza que mueve a su personaje. La antagonista, Leslie Odom Jr., como Stephen, es un personaje sutilmente construido, ofreciendo una interpretación llena de matices que explora la ambigüedad de la lealtad y la hipocresía.

El guion, como es propio de Tarantino, es un collage de diálogos ingeniosos, referencias cinematográficas y violencia estilizada. La película aborda temas como la esclavitud, la raza, la justicia y la venganza de manera directa y sin concesiones. Aunque el ritmo puede ser irregular en algunos momentos, la película mantiene la atención del espectador gracias a la calidad de los personajes y al suspense constante. La estructura narrativa, que alterna entre la búsqueda de venganza de Django y la persecución de Schultz de los criminales, funciona a la perfección, permitiendo al espectador sumergirse en la historia desde diferentes perspectivas. La inclusión de elementos cómicos, a veces negros y macabros, proporciona un contrapunto necesario a la gravedad del tema principal, aunque también podrían sentirse forzados en algunos momentos. El final, deliberadamente abierto, invita a la reflexión sobre el ciclo de la violencia y la búsqueda de la justicia.

Nota: 8/10