Dobara Phir Se (2016)

“Dobara Phir Se” es una película que, en su esencia, intenta abordar temas profundos y delicados relacionados con el divorcio, la familia y las expectativas culturales, pero que, en su ejecución, presenta ciertas limitaciones. La premisa, centrada en la búsqueda de reconciliación entre una mujer divorciada y su suegra en un entorno suburbano estadounidense, es interesante desde el principio. Sin embargo, la película, dirigida por Adeel Husain, no siempre consigue transmitir la complejidad emocional de la situación con la sutileza que merecía.

La película se centra en la protagonista, Hareem Farooq, quien interpreta a una mujer pakistaní que busca desesperadamente recuperar el favor de su suegra. La actuación de Farooq es competente, transmite la frustración y el anhelo de la protagonista de manera creíble, aunque a veces su interpretación se siente un poco estereotipada, reflejando algunas convenciones del género. Sanam Saeed, en el papel de la suegra, ofrece una actuación sólida y madura, dotando a su personaje de una profundidad que contrasta con la representación más superficial de la protagonista. Ali Kazmi, como el hombre entremedio, aporta un matiz de humanidad a la trama, aunque su personaje, en última instancia, no desarrolla un arco argumental muy significativo.

La dirección de Husain se caracteriza por un ritmo pausado y, en ocasiones, demasiado lento. Si bien esto permite la exploración de las dinámicas familiares y el trasfondo cultural, también contribuye a la sensación de que la película se prolonga innecesariamente. El guion, en general, es correcto, pero carece de la chispa que podría haberle dado mayor impacto. La película se basa en diálogos predecibles y situaciones que, aunque realistas, no logran generar una verdadera empatía en el espectador. La ambientación en Connecticut, con su aparente serenidad y modernidad, contrasta fuertemente con las tensiones internas de la familia, generando una distancia que dificulta la inmersión.

Sin embargo, “Dobara Phir Se” no es una película fallida. La banda sonora es particularmente efectiva, complementando las emociones de la trama y contribuyendo a su atmósfera melancólica. La película plantea reflexiones valiosas sobre la importancia del perdón y la superación del pasado, aunque su mensaje, en última instancia, se presenta de una manera algo directa y sin matices. El título, “Dobara Phir Se”, que significa “otra vez”, encapsula la ambigüedad de la reconciliación, dejando al espectador con la duda de si el pasado puede realmente ser superado o si siempre regresará para influir en el presente. La película, por lo tanto, es un intento noble pero imperfecto de abordar temas importantes con una sensibilidad cautelosa.

Nota: 6/10