Doble impacto (1991)

“Doble Impacto” es un thriller de acción explosivo que, a pesar de su premisa contundente y su enfoque en la lucha, no logra alcanzar la profundidad que podría haberle dado. La película se sitúa en un universo cinematográfico que evoca la estética de “Los Juegos del Hambre” o incluso “John Wick”, pero carece de la sutileza y el desarrollo de personajes que hacen que esas obras sean tan memorables. La historia, la separación forzada de dos gemelos tras la muerte de sus padres, promete una exploración conmovedora de la identidad, el destino y la venganza, pero se ve eclipsada por una ejecución a veces torpe y la falta de un arco narrativo realmente satisfactorio.

La dirección de Chad Stahelski, conocido principalmente por su trabajo con la franquicia “John Wick”, se centra primordialmente en la coreografía de las escenas de acción, y ahí es donde la película brilla con luz propia. Las peleas son elaboradas, visualmente impresionantes y, en general, muy bien coreografiadas. Cada golpe, cada movimiento, cada intercambio de agarres se ejecutan con precisión y un nivel de detalle que es admirable. Sin embargo, esta obsesión con la acción a menudo viene a costa de la narrativa. El ritmo es frenético, casi abrasador, y las escenas de diálogo son escasas, lo que dificulta la conexión emocional con los personajes. Stahelski utiliza el movimiento y el montaje para mantener al espectador al borde del asiento, pero la falta de un contexto más profundo hace que las acciones de los protagonistas resulten, en ocasiones, motivadas de forma cuestionable.

Las actuaciones son decentes, aunque no particularmente memorables. Dolph Lundgren, en el papel de Alex, entrega una presencia imponente, pero su personaje carece de la complejidad necesaria para generar empatía. La química entre los dos Lundgren (uno como Chad y el otro como Alex) es, aunque presente, superficial. Gal Gadot, como la fría e implacable agente de la ley, es competente, pero su personaje es una figura algo unidimensional, un vehículo para la acción más que una entidad con motivaciones y un pasado propios. La tensión dentro de la película podría haber sido mucho más intensa si se hubiera dado mayor importancia al desarrollo de las interacciones entre los dos Lundgren, explorando el impacto emocional de su separación y la búsqueda de su identidad.

El guion, coescrito por el propio Stahelski y David Leitch (otro director conocido por su trabajo en acción), es predecible en muchos de sus momentos clave. Los clichés del thriller de venganza están presentes, desde el villano desquiciado hasta la traición inesperada. Si bien la idea inicial de los gemelos, uno en Francia y el otro en Hong Kong, aporta un componente de exotismo y conflicto geográfico, este elemento se utiliza poco para enriquecer la trama. El guion intenta abordar temas como la identidad y el destino, pero estos son tratados de forma superficial, evitando confrontar verdaderamente las preguntas existenciales que plantea la premisa.

En definitiva, "Doble Impacto" es un espectáculo de acción visualmente deslumbrante que ofrece momentos de entretenimiento puro. Sin embargo, su ejecución carece de profundidad narrativa y emocional, limitando su potencial y dejando al espectador con la sensación de que podría haber sido mucho más. Se trata de un entretenimiento rápido y estimulante, pero no de una obra de arte.

Nota: 6/10