Doktor Proktors tidsbadekar (2015)

“Doktor Proktors tidsbadekar” (Doctor Proktors Tímetba) es una película que, a pesar de su premisa aparentemente descabellada –un médico obsesionado con evitar un matrimonio y que, sin saberlo, se ve envuelto en un torbellino temporal– se mueve con una elegancia sorprendente. La película de la directora Signe Brønn Johansen es un ejercicio de suspense y humor sutil, donde la locura de los viajes en el tiempo se presenta como un problema práctico, más que como un elemento espectacular. No se trata de efectos especiales deslumbrantes, sino de la tensión generada por la inminente amenaza de alteraciones en el tejido de la realidad.

La dirección de Johansen es notablemente precisa. La película construye lentamente la atmósfera de peligro, utilizando un ritmo pausado que no apela a la acción frenética, sino a la incertidumbre palpable. Se presta especial atención a los detalles visuales, creando un mundo anacrónico que resulta inquietante y a la vez, fascinante. El diseño de producción es impecable, logrando que el ambiente de los años 30, en el que queda atrapado el Dr. Proktor, parezca real y vivido, a pesar de la evidente artificialidad de su historia. El contraste entre los objetos y la vestimenta de la época con las soluciones modernas y la preocupación del protagonista es una fuente constante de humor negro y de momentos de genuina angustia.

El reparto es, en su mayoría, excelente. Emily Glaister ofrece una interpretación sólida como Lise, una figura de apoyo crucial para el Doctor Proktor. Atle Antonsen, como el excéntrico Dr. Proktor, aporta una mezcla perfecta de vulnerabilidad y desesperación, creando un personaje memorable a pesar de la peculiaridad de su situación. Sin embargo, es la interpretación de Helén Vikstvedt como Bulle, una niñera con habilidades poco convencionales y un pasado misterioso, la que realmente roba el protagonismo. Su personaje es complejo y multifacético, y Vikstvedt logra transmitir la ambigüedad y el peligro que la rodean. El guion, aunque a veces un poco confuso en sus explicaciones temporales, es inteligente y lleno de giros inesperados. Se atreve a cuestionar la noción del amor a pesar de las circunstancias, y a explorar las consecuencias de alterar el destino.

No obstante, la película no está exenta de fallos. El ritmo, aunque generalmente bien calibrado, puede resultar un poco lento en algunos momentos, y algunas de las secuencias de acción son ligeramente decepcionantes en comparación con el resto de la película. Sin embargo, estos pequeños defectos no impiden que “Doktor Proktors tidsbadekar” sea una propuesta original y reflexiva, una mezcla de thriller, comedia y romance que invita a la reflexión sobre el amor, el tiempo y las decisiones que tomamos en nuestra vida. Es una película que, a pesar de su temática poco común, logra conectar con el espectador a través de personajes entrañables y un guion inteligente.

Nota: 7.5/10