Dos padres por desigual (2017)

“Dos Padres por Desigual 2” no busca reinventar la rueda, ni mucho menos. Es una secuela, y como tal, se alimenta de la premisa original con una dosis extra de caos familiar y, curiosamente, una cierta ternura inesperada. La película, dirigida por Peter Hoberg, se centra en la dinámica entre Dusty (Neil Patrick Harris) y Brad (Thomas Lennon), dos padres que, tras la desastrosa primera Navidad en “Padres por Desigual”, han decidido, con más o menos entusiasmo, unir fuerzas para entregar a sus hijos una experiencia festiva más llevadera. Lo que no anticipan es la llegada de los padres de sus respectivas parejas, dos figuras opuestas que pondrán a prueba su paciencia y sus expectativas.

La dirección de Hoberg es funcional y mantiene un ritmo ágil, evitando que la comedia se sienta predecible. La película se centra en la comedia de situación, con momentos realmente divertidos que se extraen de las tensiones entre Dusty, el padre pragmático y algo amargado, y Brad, el padre excesivamente entusiasta y, a veces, ingenuo. Sin embargo, el verdadero corazón de la película reside en las actuaciones. Neil Patrick Harris ofrece una interpretación sutil pero efectiva, transmitiendo la frustración y el agotamiento de un hombre que se siente abrumado por el caos. Thomas Lennon, por su parte, se deja llevar por el papel con una energía contagiosa, convirtiéndose en el buque insignia de la comedia. La química entre ambos actores es palpable, y sus interacciones son lo más divertido de la película.

El guion, escrito en gran parte por los creadores originales, se beneficia de la experiencia adquirida en la primera entrega. No hay grandes giros argumentales ni sorpresas trascendentales, pero sí un desarrollo natural de los personajes y situaciones. La trama se centra en la búsqueda del equilibrio familiar, un tema universal que, aunque tratado de forma caricaturesca, logra conectar con el espectador. Los diálogos son ingeniosos y a menudo absurdos, contribuyendo al tono general de la película. Se reconocen ecos de situaciones similares a las de la primera película, pero la película ofrece una mayor profundidad emocional, especialmente en la representación de las frustraciones de los padres y el deseo de crear un ambiente familiar armonioso. Sin embargo, a veces, el humor se vuelve excesivo y se acerca al cliché, perdiendo parte de su frescura.

Si bien “Dos Padres por Desigual 2” no llega a ser una obra maestra del cine, sí es un entretenimiento ligero y divertido, perfecto para una noche de sofá y palomitas. La película ofrece momentos genuinamente cómicos, gracias en gran parte a las sólidas actuaciones de Neil Patrick Harris y Thomas Lennon. Es una secuela que, aunque no revolucionaria, cumple su cometido de ofrecer una comedia familiar accesible y sin pretensiones.

Nota: 6/10