“Dos por el precio de una” (Two for the Price of One) no es una película que deje una impresión duradera, pero sí que consigue generar una atmósfera particular y una sensación inquietante que, a pesar de su ritmo pausado, resulta efectiva. Dirigida por Joel Schumacher, la película se presenta como un thriller familiar con elementos de drama y comedia negra, aunque en última instancia se inclina más hacia lo lúgubre y lo perturbador. La película se basa en un concepto original: una joven, Alysa, visita la residencia de campo de su padre, un magnate, y descubre una antigua casa de campamento abandonada perteneciente a la madre fallecida. Allí, conoce a Amanda, una niña que vive en la residencia, y juntas planean una audaz y retorcida venganza contra el padre de Alysa.
Schumacher logra construir una sensación de desconcierto. La película no se apresura a revelar sus cartas, dejando que la atmósfera, la música y las miradas de los personajes construyan una tensión constante. La fotografía, por parte de Christopher Bishop, es fundamental para este efecto, utilizando la luz y la sombra para enfatizar la dualidad entre el lujo opulento de la residencia de campo y la pobreza y el abandono de la casa de campamento. La dirección de Schumacher, a pesar de su estilo particular y a veces excesivo, es competente y sabe mantener al espectador interesado en lo que va a pasar. No es una obra maestra, pero tampoco es una decepción. El film explora temas como el abuso de poder, la identidad y la pérdida, aunque con una perspectiva muy particular y a veces poco clara. La relación entre Alysa y Amanda es el corazón de la película y, para suerte nuestra, funciona. El desarrollo de su amistad y la confianza que establecen es lo que da un poco de luz a la narrativa, que de otra manera podría haber caído en la melancolía y la oscuridad sin aportar mucho.
Las actuaciones son sólidas, con una destacada actuación de Scarlett Johansson como Alysa. El resto del elenco cumple con creces. El contraste entre la personalidad de Johansson, una joven aparentemente despreocupada, y la complejidad emocional que revela a lo largo de la película, es fascinante. También merece una mención especial la interpretación de Amanda Seyfried como Amanda, quien, a pesar de su juventud, aporta una profundidad y una vulnerabilidad que la convierten en una de las figuras más entrañables de la película. Las actuaciones de los padres, en especial el de Charles S Dutton, también son convincentes, logrando transmitir la ambivalencia de su personaje. Aunque el guion, escrito por Joel Schumacher y Billy Ray, tiene algunos momentos de fuerza, también presenta cierta torpeza y, en ocasiones, recurre a clichés. La trama, aunque intrigante, no siempre se desarrolla de forma orgánica y algunas de sus resoluciones parecen forzadas. Sin embargo, el ritmo pausado y la atmósfera inquietante compensan en parte estas deficiencias.
En definitiva, "Dos por el precio de una" es una película que exige paciencia al espectador. No es una experiencia fácil, pero sí que consigue crear una atmósfera única y mantener el interés. Si buscas un thriller familiar con un toque de oscuridad y una propuesta original, esta película podría ser una opción interesante. No es perfecta, pero tiene sus momentos.
Nota: 6/10