Downey's Dream Cars (2022)

“Downey’s Dream Cars” no es un documental sobre automóviles en el sentido tradicional, ni tampoco una simple exhibición de lujo. Es, paradójicamente, una meditación sobre la evolución, el legado y la identidad, donde el brillo deslumbrante de seis coches clásicos se entrelaza con la vulnerabilidad personal y la búsqueda de un nuevo propósito de Robert Downey Jr. La película no se centra tanto en el meticuloso proceso de restauración en sí mismo, aunque este es parte integral, sino en el viaje emocional que Downey Jr. emprende al conectar con estas máquinas icónicas de su pasado, símbolos de épocas y experiencias vitales.

La dirección de Peter Farinha es sutil pero efectiva. Evita caer en la ostentación y se centra en la narrativa íntima. El ritmo de la película es pausado, permitiendo que los espectadores se sumerjan en el mundo de cada vehículo – un Ferrari 250 GT California Spyder, un Jaguar E-Type, un Mercedes-Benz 300SL, un Aston Martin DB5, un Porsche 911 y un Shelby Cobra – y en la historia de Downey Jr. asociado a cada uno de ellos. La cinematografía es sublime, con planos largos y detalles que permiten apreciar la artesanía impecable de estos coches y la belleza atemporal del diseño automotístico. El uso de música, principalmente rock clásico y baladas emotivas, complementa perfectamente la atmósfera nostálgica y reflexiva.

La actuación de Downey Jr. es, sin duda, el corazón palpitante de la película. Su vulnerabilidad es genuina y conmovedora. No se limita a hablar de los coches, sino que comparte recuerdos, anhelos y, en ocasiones, incluso miedos. Su capacidad para conectar con estos vehículos, reconociendo en ellos tanto el deleite de la velocidad como la carga emocional de su historia personal, es lo que eleva la película por encima de un simple documental de coches. El documental no necesita grandilocuencia; la autenticidad de Downey Jr. es suficiente. Los expertos que acompañan al actor - ingenieros, restauradores y mecánicos - aportan conocimientos técnicos valiosos, pero siempre en segundo plano, permitiendo que la voz de Downey Jr. sea la dominante.

El guion, aunque no particularmente innovador, cumple su propósito. No pretende ofrecer análisis exhaustivos sobre la historia de los vehículos, sino centrarse en el impacto emocional que estos tienen para Downey Jr. La película se beneficia de entrevistas a personas clave en la vida del actor, familiares, amigos y colegas, que ofrecen perspectivas únicas sobre su pasado. Si bien algunos fragmentos podrían haberse extendido un poco más para profundizar en ciertos recuerdos o anécdotas, el equilibrio entre la exploración del pasado y la presentación del proceso de restauración se siente acertado. La película deja entrever, sin llegar a ser explícito, las motivaciones detrás de Downey Jr.’s deseo de revitalizar estos coches, buscando un sentido de conexión con su identidad y su propia evolución personal.

Nota: 7.5/10