Dragonball Evolution (2009)

‘Dragonball Evolution’ es un caso interesante de adaptación cinematográfica que, a pesar de sus ambiciones, termina siendo una experiencia frustrante y, en muchos aspectos, decepcionante. La película intenta transponer al cine la esencia del manga y anime de Akira Toriyama, pero lo hace con una ejecución que se siente torpe y carente de la vitalidad y el encanto que caracterizan la obra original. La trama, centrada en la búsqueda de las siete bolas de dragón para desbloquear el poder ilimitado, es, en principio, atractiva, pero se diluye en una serie de secuencias de acción exageradas y a menudo descontextualizadas.

La dirección de James Wong intenta emular el estilo de acción frenética del manga, pero recurre con demasiada frecuencia a efectos especiales y coreografías poco convincentes. Las peleas, aunque numerosas, carecen de un ritmo y una lógica interna que las hicieran sentir reales y significativas. El espectador se encuentra bombardeado con secuencias de lucha rápidas y confusas, donde los personajes realizan acrobacias imposibles sin una justificación clara. Wong parece preocupado más por mostrar explosiones y efectos visuales que por desarrollar la dinámica de la pelea y el desarrollo de los personajes.

El reparto, liderado por Scott Adkins como Goku, ofrece actuaciones variables. Adkins, un actor con una notable presencia física, intenta transmitir la energía y el dinamismo de Son Goku, pero se ve limitado por un guion que le proporciona pocos recursos para explorar la personalidad del personaje. El resto del elenco, incluyendo a Dave Bautista como Piccolo, aunque con una caracterización física adecuada, carece de profundidad y de una interpretación que les permita superar las limitaciones del papel. Especialmente decepcionante es el tratamiento de personajes secundarios que en el manga y anime son fundamentales. Sus motivaciones son simplificadas y, en muchos casos, reducidas a meras herramientas narrativas.

A nivel de guion, ‘Dragonball Evolution’ sufre de una excesiva dependencia de clichés de acción y de un ritmo irregular. La historia, aunque con la premisa de la búsqueda, carece de una coherencia interna y de una tensión dramática sostenida. Se introducen elementos de trama que no se explican adecuadamente y se dejan inconclusos, lo que produce una sensación de desconexión en el espectador. El diálogo es torpe y repetitivo, y la banda sonora, aunque ambiciosa, a menudo resta valor a las escenas de acción más impactantes. En general, el guion parece haberse basado más en la apariencia del manga que en la comprensión de sus principios fundamentales.

Si bien la película intenta evocar la atmósfera y el mundo de Dragon Ball, termina siendo una versión superficial y poco inspirada de la obra original. La dirección carece de visión, las actuaciones son mediocres y el guion, lleno de errores y simplificaciones, no logra transmitir la emoción y el espíritu que hacen de Dragon Ball una de las sagas más queridas del mundo. Se podría haber intentado una adaptación más respetuosa con la fuente original, priorizando el desarrollo de personajes y la exploración de temas como la amistad, el honor y la lucha contra la adversidad. En definitiva, 'Dragonball Evolution' es una oportunidad perdida.

Nota: 4/10