Drenar el Triángulo de las Bermudas (2014)

“Drenar el Triángulo de las Bermudas” no es, en absoluto, un thriller de suspense, ni tampoco una profunda reflexión sobre los misterios que rodean a una de las zonas marítimas más inexplicables del planeta. Es, más bien, un experimento científico visualmente impactante y, a su manera, intrigante, presentado con la solidez y la pompa que esperas de National Geographic. El documental se centra en el intento de la cadena de recrear, a escala, las condiciones del Triángulo de las Bermudas, utilizando tecnología de sónar avanzada para “drenar” el agua del lecho marino, revelando las formaciones geológicas y la topografía que, según la teoría, podrían explicar algunos de los desaparecimentos. La premisa, en sí misma, es fascinante y la ejecución técnica es, en su gran mayoría, impecable.

La dirección de producción es donde reside el mayor mérito del documental. Se siente como un viaje a través del tiempo geológico, una ventana al pasado del océano que revela capas de sedimentos, fallas geológicas y estructuras submarinas que la mayoría de la gente nunca podrá conocer. La visualización del sónar generando un mapa tridimensional del fondo marino es absolutamente asombrosa, con colores vibrantes que contrastan de manera efectiva para resaltar las diferentes formaciones. Sin embargo, es importante señalar que el documental se esfuerza por ser informativo, e incluso educativo, y a veces esta ambición puede restarle cierta tensión. El ritmo se vuelve, en ocasiones, lento y la abundancia de explicaciones técnicas, aunque precisas, puede resultar un tanto densa para el espectador no especializado.

Las actuaciones, entendiendo que son de científicos y expertos marinos, son naturales e integradas en la narrativa. No hay dramatizaciones ni personajes en el sentido tradicional, lo que, a mi juicio, es acertado. El documental se centra en la información y la demostración científica. Los testimonios de los investigadores, con su pasión y dedicación por el estudio del océano, aportan un elemento de cercanía y subrayan la importancia del proyecto. El guion, aunque bien estructurado, se concentra en explicar el proceso de escaneo sonar y las interpretaciones de los datos obtenidos. No se profundiza en las teorías más sensacionalistas sobre los fantasmas y los monstruos del Triángulo de las Bermudas, lo cual, a pesar de la expectación que puede generar este tipo de rumores, resulta una decisión correcta para mantener un enfoque científico. Se trata de una exploración del suelo marino, no de un relato de terror.

A pesar de sus limitaciones, “Drenar el Triángulo de las Bermudas” es una experiencia visualmente atractiva y tecnológicamente avanzada que ofrece una nueva perspectiva sobre una zona del planeta envuelta en misterio. Aunque no resuelve el enigma de las desapariciones, sí proporciona una comprensión más profunda de la geología y la hidrografía del Triángulo de las Bermudas. Es un documental que, más que entretener, invita a la reflexión sobre la inmensidad y la complejidad del océano y la fragilidad de nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

Nota: 7/10