Driven (2001)

“Driven” (Impulsado) no es una obra maestra cinematográfica que revolucionará el género de las carreras de coches, pero sí un entretenimiento sólido y efectivo que, en su simplicidad, logra transmitir una historia de ambición, rivalidad y redencción. La película, dirigida con una precisión y una paleta de colores que evocan la atmósfera del automovilismo clásico, se centra en la trayectoria de Jimmy Bly, interpretado con un carisma innato por Jason Statham. Statham, más allá de su imagen de hombre de acción, demuestra aquí una sorprendente capacidad para retratar a un personaje impulsivo, frustrado y obsesionado, y la película se beneficia enormemente de su presencia y de su carisma natural.

La dirección de Nicolas Carosa es funcional y centrada en la acción, sin demasiadas pretensiones estilísticas. Se permite un ritmo rápido y constante, dando prioridad a las escenas de persecución, que son el corazón de la película. Estas secuencias de conducción son, de hecho, impresionantes, con un trabajo de efectos especiales que, aunque no es vanguardista, es realista y convincente. La película sabe construir la tensión a través de la velocidad, la presión y el riesgo, y las escenas en las que Bly se enfrenta a sus oponentes son emocionantes y visualmente atractivas.

La trama, aunque básica, se sostiene gracias a la complejidad del personaje de Bly. Su ambición desmedida, su deseo de superar a su hermano y su obsesión por Sophia, la novia del rival más duro, lo convierten en un protagonista con el que es relativamente fácil conectar. La rivalidad con el personaje de Tyrese Gibson es un componente clave, generando un conflicto constante y motivando las acciones de Bly. Sin embargo, el guion, en ocasiones, cae en clichés del género, y algunas de las subtramas son un poco forzadas. La inclusión de Joe Tanto, interpretado por Mark Wahlberg, añade una capa de drama personal a la historia, pero su arco narrativo no siempre se siente completamente desarrollado.

Wahlberg ofrece una interpretación convincente como Joe Tanto, un piloto veterano marcado por un pasado trágico. Su personaje sirve como mentor y guía para Bly, aportando experiencia y un toque de melancolía a la historia. La relación entre los dos personajes es fundamental para el desarrollo emocional de la película y se convierte en un elemento crucial para la redención final de Bly. La química entre Statham y Wahlberg es palpable, elevando el nivel de las escenas en las que interactúan.

En definitiva, "Driven" es un espectáculo de acción disfrutable que se beneficia de las actuaciones sólidas de su reparto y de la dirección competente de Nicolas Carosa. No es una película que dejará una huella imborrable en la historia del cine, pero sí una forma entretenida y dinámica de pasar el tiempo. La película, aunque predecible en algunos aspectos, logra conectar con el espectador a través de su protagonista y de las intensas escenas de conducción. Es un homenaje a las carreras de coches, sin duda, pero también una historia sobre la ambición, la pérdida y la búsqueda de la redención.

Nota: 6.5/10