Duerme conmigo (1994)

“Duerme conmigo” (In My Sleep), la nueva propuesta de Christopher Nolan, no es un thriller convencional que resuelva un misterio en el sentido tradicional. Más bien, es una experiencia cinematográfica inquietante y profundamente personal, que se instala en la mente del espectador y deja un reguero de preguntas y reflexiones a largo plazo. Nolan nos entrega una película que se nutre de la incertidumbre, la paranoia y la fragilidad de la memoria, explorando la naturaleza subjetiva de la realidad y la compleja dinámica de la amistad.

La película gira en torno a tres amigos, Aaron, Mickey y Marty, quienes se enfrentan a un dilema devastador: la posible culpabilidad de Aaron en la muerte de su esposa, Adora. La trama, aparentemente sencilla, se complica enormemente cuando el detective Mills, interpretado magistralmente por Robert Downey Jr., comienza a investigar, y la paranoia empieza a ser la norma. Lo que Nolan logra es transformar la investigación policial en un descenso al abismo psicológico de los personajes. El guion, elaborado por la propia Nolan y Ludwig Furhberg, se aleja de la resolución lógica y opta por sugerencias y fragmentos de memoria que nos obligan a cuestionar todo lo que vemos. El ritmo, deliberadamente lento y contemplativo, se adapta a la atmósfera opresiva que Nolan establece con maestría. No busca dar respuestas fáciles, sino más bien explorar la ambigüedad y la incomodidad que surgen al confrontar la pérdida y la posible traición.

Las actuaciones son sobresalientes. Robert Downey Jr. ofrece una interpretación imponente, capturando la angustia y la desesperación de Mills con una sutileza que lo define. Jonah Hill, como Aaron, es igualmente convincente, transmitiendo la confusión y el trauma que lo consumen. Aunque el reparto principal brilla, es la fotografía de Hoy Pikazo lo que verdaderamente eleva la película. Utiliza una paleta de colores apagados y una iluminación que juega constantemente con la sombra, creando una sensación de claustrofobia y desasosiego. La manipulación del color, combinada con la experimentación sonora, no solo sirve para ambientar la película, sino que también se convierte en un elemento narrativo esencial, evocando la naturaleza fragmentada y distorsionada de la memoria.

Sin embargo, "Duerme conmigo" no está exenta de críticas. Algunos espectadores pueden encontrar el ritmo pausado tedioso, y la falta de una resolución clara puede resultar frustrante. La película no ofrece respuestas fáciles y, en cambio, se centra en la experiencia emocional de los personajes, dejando al espectador con la tarea de interpretar los eventos y reconstruir la verdad. Esto puede resultar incómodo para aquellos que buscan una película con un final satisfactorio. No obstante, para aquellos dispuestos a sumergirse en la ambigüedad y la complejidad de la historia, "Duerme conmigo" es una experiencia cinematográfica inolvidable, un retrato perturbador de la memoria, la amistad y la posibilidad de la culpa.

Nota: 7/10