Educando a mamá (2012)

“Educando a mamá” (Home Again) es una comedia familiar que, aunque no alcanza la brillantez de otras películas con temática similar, ofrece un entretenimiento agradable y una reflexión, por momentos, sutil sobre las complejidades de la maternidad y la presión social. La película, dirigida por Cory Finley, se centra en la vida de Grace (Eva Mendes), una madre soltera que, tras un matrimonio repentino, se ve abrumada por las demandas de su hija adolescente, Ramona (Reese Witherspoon), y las expectativas que rodean su nueva vida. La premisa, a primera vista, parece caer en los clichés del género, pero Finley logra darle una ejecución con matices inesperados.

El guion, aunque no particularmente original, explora las tensiones entre la independencia de una adolescente y las preocupaciones maternas. La idea de que la lectura de literatura clásica, en manos de la profesora Armstrong (Patricia Arquette), desencadena una crisis de rebeldía en Ramona, es un dispositivo narrativo interesante, aunque su justificación lógica es algo débil. Sin embargo, la película se destaca por el retrato de las relaciones familiares. La dinámica entre Grace y Ramona está bien construida, con momentos genuinos de amor, frustración y comunicación fallida. Reese Witherspoon ofrece una interpretación convincente como Ramona, una adolescente en plena búsqueda de identidad, que lucha por afirmar su independencia y, al mismo tiempo, anhela el afecto de su madre. La interpretación de Patricia Arquette como la profesora Armstrong es memorable: un personaje frío, distante y aparentemente cruel, que guarda un oscuro secreto y se convierte en el catalizador del caos familiar. Matthew Modine, aunque con un papel relativamente pequeño, aporta la estabilidad y el buen juicio que Grace necesita en el momento de crisis.

Eva Mendes, en el papel principal, demuestra una notable versatilidad. Su Grace es una mujer trabajadora, inteligente y luchadora, pero también vulnerable y, a veces, exasperada por la irresponsabilidad de su hija. Mendes logra transmitir tanto su determinación como su deseo de ser una madre comprensiva. La película no se entrega a la exageración dramática; en su lugar, se centra en la comedia del absurdo y en las situaciones cómicas que surgen de la falta de comunicación y de las expectativas incumplidas. La dirección, aunque segura, carece de un estilo distintivo, pero se beneficia de una cinematografía natural y de una banda sonora acorde al tono de la película. La película no ofrece respuestas fáciles o resoluciones grandiosas, sino que, en cambio, nos presenta un retrato realista de las dificultades que enfrentan muchas familias en la actualidad.

Finalmente, “Educando a mamá” es una comedia familiar ligera y entretenida, con un buen reparto y una premisa interesante. Aunque no es una obra maestra, merece la pena verla si buscas un buen rato en el cine, o para reflexionar sobre las complejidades de las relaciones familiares en la era moderna.

Nota: 6/10