Ejecutor (1986)

“Ejecutor” (Executioner) es una película que, a primera vista, podría resultar engañosa. Su premisa, la de un ex agente del FBI que se sume a la vida criminal para vengar la muerte de su hijo, es un cliché del género thriller, pero la dirección de David Fincher (aunque no es su propia), y la ejecución general, sorprenden por su atmósfera densa y su tratamiento sutil de la psicología de sus personajes. Fincher, conocido por su meticulosidad y su capacidad para crear mundos visualmente impactantes, se ha mantenido fiel a su estilo, logrando que la historia, aunque sencilla en su planteamiento, se sienta como un descenso gradual a la oscuridad.

El protagonista, interpretado por un Mark Wahlberg letal y taciturno, ofrece una actuación convincente. Wahlberg logra transmitir la desilusión y el vacío que consume a Kaminsky, un hombre roto por la pérdida y que se refugia en la violencia. La transformación de Kaminsky, pasando de ser un agente del orden a un ejecutor profesional, no se presenta como una elección heroica, sino como una necesidad desesperada. El actor domina el lenguaje corporal y la expresión facial, mostrando la complejidad de un hombre que ha perdido su moral y que está dispuesto a hacer cualquier cosa para obtener justicia. El resto del reparto, con figuras como Orlando Bloom y Michael Shannon, ofrece apoyos sólidos y contribuye a la credibilidad del entorno criminal.

Lo más destacable de la película radica en su guion. Aunque la trama principal es directa, se construye sobre una base de diálogos acerbos y observaciones perspicaces sobre la naturaleza del poder, la corrupción y la pérdida. La película no recurre a clichés fáciles, sino que se centra en los detalles, en la sutileza de las relaciones entre los personajes y en las consecuencias de las acciones. La ambientación en el sur de Estados Unidos, con sus paisajes desolados y su atmósfera de decadencia, refuerza la sensación de desasosiego y fatalidad. La banda sonora, compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross, complementa a la perfección la atmósfera, creando un ambiente inquietante y opresivo.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. El ritmo, en ocasiones, es un poco pausado, y algunas escenas podrían haberse beneficiado de un desarrollo más profundo. Además, la resolución del conflicto final, aunque satisfactoria, resulta un tanto abrupta. No obstante, estas pequeñas imperfecciones no empañan la experiencia general. "Ejecutor" es un thriller psicológico exigente que recompensa al espectador por su atención. Es una película que invita a la reflexión y que deja una huella imborrable. Se trata de una obra que, a pesar de los elementos arquetípicos del género, demuestra la capacidad de Fincher para crear historias inquietantes y personajes memorables.

Nota: 7/10