El asombroso Mauricio (2022)

“El asombroso Maurice” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en el vasto universo del cine familiar. Sin embargo, esta pequeña joya animada ofrece un relato sorprendentemente inteligente, con un toque de humor y una perspectiva poco común sobre la amistad y la percepción del mundo. La dirección de Kirk Edwards es notable, logrando mantener un ritmo ágil y una atmósfera visualmente atractiva, incluso en las escenas más cómicas. La animación, principalmente 2D pero con elementos de 3D sutiles, es vibrante y llena de detalles, lo que da vida a los personajes y al peculiar pueblo de Bad Blintz. Se nota un mimo por los pequeños gestos y las expresiones faciales de Maurice, lo que le permite transmitir una amplia gama de emociones, desde la astucia hasta la vulnerabilidad.

La columna vertebral de la película es, indudablemente, Maurice, interpretado magistralmente por el actor de voz JB Smoove. Smoove le aporta una profundidad emocional al personaje que va más allá de la simple comedia slapstick. Maurice no es solo un gato listo para el timo; es un animal solitario que anhela conexión y que, a su manera, busca un lugar al que pertenecer. Su interacción con los demás personajes, particularmente con la joven Sophie, es genuina y conmovedora. Las actuaciones de los demás miembros del reparto, incluyendo a los actores de voz de los ratones, son igualmente destacables, aportando un dinamismo y un entretenimiento constante al conjunto. El guion, adaptado de la novela homónima de Jeffrey Chandler, es inteligente y evita los clichés típicos del género. La historia se centra en la idea de que la percepción es subjetiva: Maurice ve a los ratones como compañeros, mientras que los demás los consideran comida. Este contraste no solo genera humor, sino que también plantea preguntas sobre la empatía y la discriminación.

No obstante, “El asombroso Maurice” no está exento de fallos. El desarrollo de algunos personajes secundarios se siente un tanto apresurado, y el final, aunque satisfactorio, podría haber sido más elaborado. La trama, a pesar de su agudeza, a veces se siente un poco simplificada, apuntando principalmente a un público infantil, aunque su mensaje subyacente es universal. Sin embargo, estas pequeñas imperfecciones no empañan la experiencia global. La película logra, con una sutileza sorprendente, abordar temas importantes como la soledad, la aceptación y la importancia de romper las barreras que nos impiden ver el mundo con otros ojos. Es una película que invita a la reflexión y que, sobre todo, consigue que el espectador se ría genuinamente a lo largo de su desarrollo. Es un ejemplo refrescante de la animación que busca entretener y educar al mismo tiempo.

Nota: 7.5/10