El baile de la victoria (2009)

(ES) · Drama · 2h 7m

Póster de El baile de la victoria
Media
4.8 /10

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Sinopsis

Adaptación de la novela homónima (ganadora del Premio Planeta) de Antonio Skármeta. Es una historia de amor, amistad y venganza, que se desarrolla en la época del establecimiento de la democracia en Chile, concretamente en el momento en el que se decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. A pesar de ello, Ángel Santiago (Abel Ayala), un joven soñador y valiente, ha decidido vengarse de los abusos sufridos en la cárcel: planea un ambicioso y arriesgado robo, pero para llevarlo a cabo necesita la colaboración de Nicolás Vergara Grey (Ricardo Darín), un famoso ladrón de bancos que intenta rehabilitarse y recuperar a su familia. El plan se complica con la mágica presencia de Victoria (Miranda Bodenhofer), una misteriosa adolescente cuya única manera de expresarse es el baile.

Ficha de la película

Título original

El baile de la victoria


Estreno


Géneros

Idioma original

ES



Reparto principal de El baile de la victoria

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El baile de la victoria.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto El baile de la victoria. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Raúl Domínguez
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.5/10)

“El baile de la victoria” es una película que, más allá de su temática histórica y de sus elementos de suspense, se erige como una meditación sobre la búsqueda de la redención y la dificultad inherente al proceso de curación, tanto individual como colectiva. La película, adaptada magistralmente de la novela de Antonio Skármeta, no se limita a contar una historia de venganza, sino que la utiliza como lente para explorar la fragilidad de la democracia, las cicatrices del pasado y la complejidad de los vínculos humanos.

La dirección de Sebastián Lelio es sutil y precisa. Lelio no se siente obligado a grandilocuencia; en cambio, se centra en la atmósfera, en la tensión palpable que impregna cada escena. La película se mueve con una elegancia contemplativa, permitiendo que la narrativa se desarrolle a un ritmo pausado, que, sin embargo, nunca se vuelve monótono. La fotografía, con una paleta de colores que oscila entre el gris de la memoria y el vibrante color del baile, refuerza la dualidad de la historia. Lelio consigue que cada detalle, desde el mobiliario de los apartamentos hasta las miradas de los personajes, contribuya a la construcción del universo de la película.

Las actuaciones son excepcionales. Abel Ayala, como Ángel Santiago, ofrece una interpretación notable, transmitiendo la tormenta interior de un joven consumido por el dolor y la necesidad de justicia. Ricardo Darín, como Nicolás Vergara Grey, aporta una profundidad inquietante al personaje, mostrando las secuelas de un pasado turbulento y la lucha por reconectar con su familia. Sin embargo, Miranda Bodenhofer, como Victoria, es, sin duda, el corazón de la película. Su actuación es delicada y evocadora, logrando transmitir la soledad y la vulnerabilidad de una niña que encuentra en el baile una forma de expresar aquello que no puede verbalizar. La presencia de Victoria no es un mero recurso narrativo, sino que se convierte en un símbolo de esperanza y de la posibilidad de romper con el ciclo de la violencia.

El guion, adaptado fielmente de la novela, es una de las mayores fortalezas de la película. Lelio y el guionista mantienen el tono melancólico y esperanzador del libro, explorando las relaciones entre los personajes con una sensibilidad admirable. La historia se desarrolla con un equilibrio entre la trama de la venganza y la exploración de temas más amplios, como la memoria, la justicia y la necesidad de perdonar. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas sobre la naturaleza humana y la posibilidad de reconstruir una sociedad después de un período de conflicto. La trama de la amnistía general sirve no solo como telón de fondo, sino como catalizador para el proceso de reconciliación, mostrando que la libertad requiere un esfuerzo constante de memoria y de reflexión.

En definitiva, "El baile de la victoria" es una película hermosa, inteligente y conmovedora que merece ser vista y analizada. No es una película de acción o de suspense tradicional, sino una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión y que deja una huella duradera en el espectador.

Nota: 8.5/10

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