El beso mortal (1955)

“El Beso Mortal” (1957) es un clásico del cine negro que, a pesar de su aparente simplicidad, ofrece una experiencia cinematográfica densa y perturbadora. Dirigida por Robert Siodmak, la película no busca ofrecer una narrativa compleja ni complicadas intrincadas, sino concentrarse en la brutalidad, el suspense y la atmósfera opresiva que caracteriza al género. El director se atreve a mostrar la violencia de forma directa, sin caer en la glorificación ni en el sensacionalismo, lo que contribuye a la sensación de inminente peligro que permea toda la cinta.

La historia, centrada en el detective privado Mike Hammer, interpretado con su habitual dureza y pragmatismo por Alan Ladd, es un ejercicio de suspense. La trama, relativamente sencilla, se basa en la protección de una joven, Rachel, quien se encuentra en una situación de peligro extremo. La película se construye a partir de la persecución y la reacción de Hammer, un hombre endurecido por la vida y el trabajo, ante la amenaza que le persigue. Ladd no ofrece un personaje particularmente profundo, pero su actuación es eficiente y transmite la determinación y el implacable sentido de la justicia que definen a Hammer. La química con la actriz que interpreta a Rachel, que también es una figura intimidante, resulta interesante, reforzando la tensión y el peligro latente en cada escena.

La dirección de Siodmak es notable por su manejo de la tensión. La película se apoya en la fotografía en blanco y negro de Arthur Arnold, que emplea sombras y contrastes para crear una atmósfera claustrofóbica. Las tomas nocturnas, especialmente las que muestran la persecución y la confrontación final, son particularmente efectivas. La edición es rápida y dinámica, acentuando el ritmo y la sensación de urgencia. La banda sonora, aunque discreta, contribuye a la atmósfera de suspense y peligro. Lo que realmente resalta es la habilidad de Siodmak para utilizar el espacio y el silencio, incrementando el impacto de cada escena.

En cuanto al guion, aunque carece de originalidad en algunos aspectos, cumple su función de manera admirable. Se centra en la acción y el suspense, ofreciendo un desarrollo de personajes limitado pero funcional. La trama, basada en la venganza y la justicia retribuida, es un recurso clásico del género, y se ejecuta con solidez. Se nota que el guion está muy centrado en la acción, y eso puede resultar un punto débil para aquellos que buscan una historia con mayor profundidad. Sin embargo, en el contexto del cine negro, esta estrategia es comprensible y efectiva.

A pesar de sus limitaciones, “El Beso Mortal” es un clásico del cine negro que sigue siendo fascinante hoy en día. Su atmósfera opresiva, su ritmo trepidante y su interpretación de la violencia hacen de esta película una experiencia cinematográfica memorable. No es una obra maestra, pero sí un ejemplo perfecto de cómo se puede contar una historia simple pero efectiva, utilizando los recursos técnicos y narrativos del género. Es un trabajo solido que merece ser visto y apreciado por los amantes del cine negro.

Nota: 7.5/10