La versión de 2023 de 'El Cascanueces' de Joe Wright no es una simple adaptación del cuento clásico de E.T.A. Hoffmann, sino una reinterpretación fresca y, en ocasiones, conmovedora que rescata la magia de la historia original a través de una lente visualmente impactante y una dirección audaz. Wright, conocido por sus trabajos más introspectivos como ‘Pride & Prejudice’ y ‘Last Night in Soho’, aporta a esta película una sensibilidad particular, una melancolía palpable que se infiltra en cada fotograma.
El núcleo de la película reside en el personaje de Mary, interpretado con una inocencia y vulnerabilidad genuinas por Jenna Ortega. Ortega consigue transmitir la soledad y el anhelo de Mary de manera convincente, sin caer en clichés. Su relación con el muñeco cascanueces, personificado por un Peiper en miniatura, es el punto de partida de un viaje onírico que explora temas de soledad, imaginación y la necesidad de conexión. La película construye magistralmente el mundo interior de Mary, utilizando efectos visuales que se integran de forma impecable con la atmósfera barroca y opulenta de Viena. No se trata de un CGI ostentoso, sino de una simulación visual que se siente orgánica y que contribuye a la sensación de inmersión en un universo de fantasía.
La dirección de Wright se distingue por su uso del color y la composición. Las escenas de Viena, con sus palacios dorados y calles empedradas, están salpicadas de contrastes visuales que resaltan la frialdad y la desolación que siente Mary. La cámara se adentra en su mundo interior, capturando la luz y la sombra que dan forma a sus sueños. Además, la banda sonora, compuesta por Dario Marianelli, es exquisita. Los temas musicales, evocadores y melancólicos, se entrelazan con las imágenes, creando una experiencia auditiva que complementa y realza el impacto visual.
Aunque la trama es sencilla, el guion, coescrito por Wright y Sophia Kennedy, no rehúye la exploración de los personajes. La presencia de Max, el hermano de Mary, es menos prominente que en la versión original pero su dinamismo aporta una chispa de vitalidad a la película. Sin embargo, la película podría haber profundizado más en la motivación de ciertos personajes secundarios, especialmente en la figura del tío Albert, que se presenta como un benefactor benevolente pero con un trasfondo que queda un poco desaprovechado. No obstante, el enfoque principal está en el viaje interior de Mary y su transformación a medida que interactúa con los habitantes del mundo de los juguetes.
En definitiva, 'El Cascanueces' es una película visualmente deslumbrante que logra evocar la magia y la nostalgia de un cuento clásico. Joe Wright ha logrado crear una experiencia cinematográfica única, capaz de conmover al espectador con su mensaje sobre la importancia de la imaginación y la búsqueda de la conexión humana. Es una reinterpretación arriesgada y ambiciosa que, a pesar de sus pequeños fallos, se erige como una de las películas más originales de su género.
Nota: 8/10