El cazachicas (1987)

“El cazachicas” (The Cheap Trick of Love) es una película que, al principio, podría parecer una comedia romántica más, pero que rápidamente se revela como una reflexión oscura y profundamente perturbadora sobre la desesperación, la soledad y la búsqueda vacía de conexión humana. La película, dirigida por Doug Miller, no se conforma con la simple hilaridad; busca provocar, y lo consigue, aunque con un coste emocional considerable.

La película se centra en Jack Jericho, interpretado magistralmente por el actor Brendan Sexton III. Su personaje es, en esencia, un hombre roto, un individuo incapaz de establecer vínculos significativos a largo plazo. Sexton III no recurre a la comedia para enmascarar su soledad, sino que la interpreta con una vulnerabilidad inquietante. Su Jack es un individuo desesperado, alimentado por la autocompasión y la creencia infundada de que la constante búsqueda de nuevas conquistas le proporcionará la felicidad que anhela. Su actuación, llena de sutileza y matices, es la verdadera columna vertebral de la película, y es gracias a ella que la película logra generar una empatía, paradójicamente, con un personaje tan moralmente ambiguo.

La dirección de Miller es notablemente cuidadosa. Aunque el ritmo puede ser irregular al principio, la película se adentra en un tono claustrofóbico y opresivo que refleja el estado mental de Jack. La cinematografía es discreta pero efectiva, utilizando la luz y la sombra para intensificar la sensación de inquietud y aislamiento. Los planos cerrados, especialmente en las escenas íntimas, funcionan como una invasión de la privacidad de Jack, subrayando su incapacidad para conectar genuinamente con los demás. No se echa en falta nada en la puesta en escena: cada detalle, desde la música, que es predominantemente melancólica, hasta la arquitectura de los apartamentos y casas, contribuye a la atmósfera general de desesperación.

El guion, adaptado de un cuento de Charles Bukowski, es inteligente y provoca reflexión. La película no busca ofrecer soluciones fáciles o finales felices. En cambio, se concentra en mostrar las consecuencias devastadoras de la falta de autenticidad y la búsqueda superficial del amor. La trama es aparentemente simple: Jack se enamora de Randy, una artista bohemia, y está dispuesto a hacer lo que sea para mantener su atención. Sin embargo, la película explora con profundidad las motivaciones de Jack, su inseguridad, su miedo al rechazo y su incapacidad para comunicarse de manera efectiva. La película no juzga a Jack; simplemente lo presenta como un hombre atrapado en su propio laberinto emocional. Es una obra que pone al espectador ante una pregunta fundamental: ¿es el amor real posible si se basa en la conquista y el engaño?

En definitiva, “El cazachicas” es una película inquietante y memorable. No es una comedia, ni una romántica, sino una exploración sombría y conmovedora de la condición humana. Requiere paciencia y una mente abierta, pero recompensa al espectador con una reflexión profunda sobre la naturaleza del amor, la soledad y la importancia de la autenticidad.

Nota: 7.5/10