El círculo (2017)

“El Círculo” (The Circle, 2017) es una película que se atreve a explorar, con una audacia inquietante, los peligros de la hiperconectividad y la erosión de la privacidad en la era digital. La película, dirigida por Kornél Mundrucz, no se limita a ofrecer un simple cuento de advertencia; se convierte en una reflexión profunda sobre la naturaleza humana, la búsqueda de la identidad y las consecuencias no intencionadas de la promesa de una vida más simple y transparente. Desde el principio, la protagonista, Mae Holland, interpretada magistralmente por Tom Hanks, nos confronta con una visión utópica de la vida: un sistema que centraliza todo, eliminando la necesidad de gestionar múltiples identidades y simplificando la existencia. La película no se apoya en efectos especiales grandilocuentes, sino en una dirección de fotografía sombría y claustrofóbica que refleja el creciente aislamiento y la desorientación de Mae.

La película se centra en Mae, una joven ingeniera de software que se une al Círculo con la convicción de que esta plataforma revolucionará la vida de las personas. Sin embargo, a medida que se sumerge más en el sistema, empieza a experimentar una pérdida progresiva de su individualidad. La película explora de manera efectiva cómo el deseo de pertenencia y la necesidad de aprobación social pueden llevar a una entrega cada vez mayor de la propia identidad. La actuación de Tom Hanks es, sin duda, el pilar de la película. Su personaje evoluciona de manera creíble, mostrando el deterioro gradual de Mae a través de una mirada que transmite tanto vulnerabilidad como una incipiente desesperación. Naomi Watts, como su jefa, la ejecutiva Caroline Vance, ofrece una interpretación igualmente sólida, retratando a una mujer ambiciosa y calculadora, que se encuentra atrapada en la lógica implacable del Círculo. La película, sin embargo, podría haber beneficiado de un desarrollo más profundo de algunos personajes secundarios, cuyas motivaciones permanecen a menudo en la sombra.

El guion, aunque inteligente y con algunas ideas muy buenas, a veces se siente un poco apresurado. El ritmo es rápido, con momentos de tensión intensa seguidos de otros más contemplativos. La película no rehúye de las implicaciones morales de su premisa, plantando preguntas difíciles sobre la libertad de expresión, la responsabilidad individual y el impacto de la tecnología en la sociedad. Sin embargo, la película podría haber explorado en mayor detalle las consecuencias sociales y políticas del Círculo, añadiendo una capa de complejidad a su crítica. El final, aunque impactante, podría haber sido más elaborado, ofreciendo una resolución que fuese más que una simple declaración de intenciones. La película, en definitiva, es una película que invita a la reflexión, pero que a veces sacrifica la profundidad por la inmediatez. La dirección artística, la fotografía y la actuación de Tom Hanks son, sin duda, elementos sobresalientes que la hacen merecer la pena.

Nota: 7/10