El Club de los Milagros (2023)

“El Club de los Milagros” es, en su esencia, una película que te arrastra a un microcosmos de Irlanda en los años sesenta, un lugar donde las convenciones sociales y las esperanzas, a menudo contrapuestas, se entrelazan con una fuerza imponente. La dirección de Lenny Abrahamson es magistral en la construcción de Ballyfermot, un pueblo que no se siente como un decorado sino como un personaje en sí mismo. Abrahamson maneja con destreza el ritmo pausado, dando tiempo a que la vida cotidiana de las mujeres – Lila, Eileen, Dolly y Sheila – se revele en toda su belleza y complejidad. No se apresura a mostrar los dramas, sino que los permite crecer lentamente, como las raíces de un árbol profundamente arraigado en la tierra.

Las actuaciones son, en general, excepcionales, pero es la interpretación de Elaine Cassidy como Lila (Lily) la que destaca. Su Lila es una mujer atrapada entre el deseo de una vida mejor y la lealtad a su comunidad, un conflicto interno que se dibuja en cada gesto, en cada mirada. Las demás actrices también cumplen con creces, ofreciendo retratos convincentes de mujeres que luchan por encontrar su voz en un entorno donde la esperanza se encuentra a menudo envuelta en el temor y la resignación. La química entre las cuatro protagonistas es palpable, transmitiendo la solidaridad y el compañerismo que definen su conexión, aunque esta también esté llena de secretos y ambivalencias.

El guion, coescrito por Abrahamson y Jon Collins, es la joya de la corona. Evita los clichés y las simplificaciones, optando por un tratamiento realista y delicado de las relaciones humanas. Se centra en las pequeñas conversaciones, en los silencios, en las miradas que revelan más que las palabras. La película no juzga, sino que simplemente observa, documentando con empatía las motivaciones y las limitaciones de sus personajes. La trama principal, la peregrinación a Lourdes, actúa como un catalizador para exponer las tensiones subyacentes de la comunidad, pero no es el foco central de la narrativa. La película explora temas como la fe, el deseo, la clase social y la lucha por la autonomía, todo ello envuelto en el contexto histórico de una Irlanda en transición. El guion destaca especialmente por su capacidad para mostrar la ironía en la búsqueda de la redención a través de la devoción religiosa.

La fotografía, con un uso del color que evoca la luz y la sombra de la vida cotidiana, contribuye a la atmósfera melancólica pero esperanzadora de la película. La banda sonora, sutil pero efectiva, complementa la narrativa sin interrumpirla. "El Club de los Milagros" es una película que permanece en la memoria, no por su espectacularidad, sino por su honestidad emocional y su capacidad para retratar la experiencia humana en toda su profundidad.

Nota: 8.5/10