El coleccionista de amantes (1997)

“El coleccionista de amantes” es una película de suspense que, aunque no redefine el género, ofrece un entretenimiento sólido y un ritmo que mantiene al espectador enganchado durante casi dos horas. Dirigida por Rob Richie, la película se beneficia de una atmósfera opresiva y de un diseño de producción que, sin ser particularmente innovador, cumple su función de crear un ambiente inquietante y perturbador. La ambientación en Detroit, con sus calles grises y edificios decadentes, sirve como telón de fondo perfecto para la historia de un thriller psicológico que se centra en la desaparición de jóvenes mujeres y la búsqueda implacable de un asesino obsesionado.

La película se centra en Alex Cross, interpretado con su habitual intensidad por James Marsden. Marsden ofrece una actuación convincente como el detective atormentado y sensible, un hombre que lucha contra sus propios demonios mientras se enfrenta a la más oscura de las verdades. Su relación con Kate McTiernan, interpretada por Charlize Theron, es el corazón emocional de la trama. Theron aporta una fuerza y una vulnerabilidad contrastantes a su personaje, una joven traumatizada que, a pesar de su pasado, se convierte en una pieza clave en la investigación. La química entre ambos actores es palpable y fundamental para el desarrollo de la historia.

El guion, aunque posee algunas debilidades, logra tejer una trama intrincada con giros sorprendentes que, sin llegar a ser del todo originales, mantienen la atención del espectador. El personaje del "coleccionista de amantes", interpretado por Edward Norton, es una figura fascinante y perturbadora. Norton ofrece una interpretación sutil pero impactante, transmitiendo la complejidad de un hombre obsesionado con la belleza y la juventud, pero también con su propia autodestrucción. El guion explora temas como la obsesión, la pérdida, el trauma y la búsqueda de la identidad, aunque a menudo lo hace de manera predecible. Sin embargo, la tensión dramática se mantiene hasta el final, con momentos de verdadera intensidad que resultan memorables.

A pesar de algunos clichés del género y un ritmo que se alarga ligeramente en el desarrollo central, "El coleccionista de amantes" es una película de suspense disfrutable que ofrece un buen entretenimiento. La dirección es competente, las actuaciones son sólidas y la atmósfera opresiva contribuye a la tensión general. No es una obra maestra, pero sí una película que merece la pena ver para aquellos que disfrutan de thrillers psicológicos con un toque oscuro y personajes complejos. Se centra en la reconstrucción de una personalidad rota y la confrontación con los fantasmas del pasado, ofreciendo una visión honesta y, a veces, inquietante de la psicología criminal.

Nota: 7/10