El color del dinero (1986)

(EN) · Drama · 1h 57m

El estafador no es lo que solía ser. Pero tiene la mejor alternativa. Un niño que lo es.

Póster de El color del dinero
Media
4.1 /10

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Dónde ver El color del dinero

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Sinopsis

Eddie Felson, antiguo campeón de billar retirado, vive de su negocio de licores. Un día, en una sala de juego, conoce a Vincent, un joven jugador de billar, que aún no ha encontrado un oponente de su talla, y que siempre va acompañado de su novia, que es la que se encarga de las apuestas que se hacen a favor de Vincent.

Ficha técnica

Título original

The Color of Money


Estreno


Géneros

Idioma original

EN



Guionista

Irving Axelrad, Barbara De Fina


Reparto principal de El color del dinero

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El color del dinero.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de El color del dinero

Nuestra crítica de El color del dinero

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

¡'El color del dinero' es una película de drama y deportes, donde el talento de los actores y la dirección técnica sobresalen con gran claridad. Esta obra maestra del cine explora el mundo del billar profesional, a través de dos personajes ineludibles en su destino: Eddie Felson y Vincent Lauria. La película nos presenta al primer personaje, Eddie Felson (interpretado por Paul Newman), un antiguo campeón de billar retirado que vive de su negocio de licores. Con un envejecimiento natural y profundo, Paul Newman encarna a este personaje con maestría y convicción, mostrando las dificultades económicas y emocionales que enfrenta en sus últimos años. Encontrado en una sala de juego, Eddie se encuentra con Vincent Lauria (interpretado por Tom Cruise), un joven talento de billar sin rival en su categoría. Vincent es acompañado constante y lealmente por su novia Myra (interpretada por Gwen Verdon), que actúa como manejadora y consejera. La dirección de Martin Scorsese es exquisita en 'El color del dinero', mostrando una clara comprensión de la cultura del billar profesional y su mundo subterráneo. Las escenas de juego son realistas e intrincadas, y el ritmo de la película se ajusta perfectamente al de un partido de billar intensivo. El guion, adaptado por Richard Price y Paul Haggis, es preciso y despojado, permitiendo a los actores demostrar su talento sin interferencias. Las actuaciones son una de las mejores características de 'El color del dinero'. Además de la mencionada interpretación de Paul Newman, Tom Cruise nos presenta un Vincent Lauria carismático e impulsivo, mientras que Gwen Verdon proporciona una Myra compleja y profundamente humana. La actuación de John Turturro como irreverente agente de Vincent es igualmente notoria. 'El color del dinero' es una película conmovedora e inteligente que nos permite ver a dos personajes irremediablemente conectados por el billar, pero también por las luchas y desilusiones de la vida. La dirección técnica sobresale, los actores se dan a conocer y el guion es preciso y despojado. No dejes pasar esta oportunidad para disfrutar del talento que se reúne en 'El color del dinero'.

En resumen, 'El color del dinero' es una película brillantemente dirigida por Martin Scorsese, con un guion preciso y despojado, actuaciones notorias y temas complejos que nos permiten observar la vida de dos personajes irremediablemente conectados por el billar. Es una película que no podrás olvidar fácilmente.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto El color del dinero. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“El color del dinero” (1964) de William Wyler no es simplemente una película sobre billar; es una meditación profunda y melancólica sobre la ambición, la pérdida y la búsqueda de la perfección. A pesar de su aparente simplicidad en la premisa, la película se revela como una obra maestra del cine neorrealista americano, explorando con maestría la fragilidad de los sueños y la inevitabilidad del fracaso.

La dirección de Wyler es impecable. Evita los clichés del género deportivo y se centra en la psicología de sus personajes. A través de una fotografía deslumbrante, con la luz natural predominante, captura la atmósfera opresiva y la decadencia de las salas de juego de la época. El uso de la cámara a menudo se enfoca en los ojos de Eddie Felson, transmitiendo sus emociones y su creciente desesperación. La película no se dedica a glorificar el juego; más bien, lo muestra como una fuente de angustia existencial. La cámara no documenta la acción, sino que la siente, la visualiza desde el interior del personaje.

La actuación de Robert Mitchum como Eddie Felson es excepcional. Mitchum no ofrece una actuación grandilocuente, sino que la construye con una sutileza admirable. Transmite la torpeza y la inseguridad de un hombre que ha perdido su propósito y que se aferra a la esperanza de volver a ser un campeón. Su Eddie es un hombre roto, atormentado por el pasado y la conciencia de sus propios límites. El rostro de Mitchum, con su mirada serena pero cargada de dolor, es el eje central de la película. Su interpretación es un ejemplo de cómo un actor puede comunicar una gran cantidad de emociones con la mínima expresión.

En cuanto al guion, basado en la obra de Edmund White, se centra en la experiencia subjetiva de Eddie, sin ofrecer soluciones fáciles ni juicios moralizantes. La relación entre Eddie y Vincent, interpretado con una energía contenida por Richard Burton, es la pieza clave del drama. No se trata de un rivalidad deportiva, sino de una competencia interna, una lucha por la identidad y el significado de la vida. La insistente presencia de la novia de Vincent, la fría y calculadora Sally, representa el desapego y el cinismo que Eddie rechaza, aunque sin saberlo. El diálogo es preciso y evocador, sugiriendo más de lo que afirma. La película nos plantea preguntas sobre la naturaleza del talento, la importancia de la autoestima y el precio de la ambición. El final, ambiguo y triste, es el sello distintivo de la película y subraya su tono de pesimismo.

“El color del dinero” es una película que permanece en la memoria mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar. No es una película fácil de ver, ni tampoco una película para todos los gustos, pero es una experiencia cinematográfica profunda y resonante. Es un retrato honesto y conmovedor de un hombre que ha perdido algo esencial y que lucha por recuperarlo, sin éxito.

Nota: 8/10

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