El corazón del ángel (1987)

“El Corazón del Ángel” (Angel Heart), de Jack Chambers, es una película que, a pesar de no ser una obra maestra, se erige como un ejercicio fascinante de suspense noir con un toque sobrenatural que, aunque no siempre totalmente lograda, resulta inquietante y memorable. La película no se conforma con seguir las convenciones del género, sino que las subvirtiende con un aura de fatalidad que se cierne sobre la trama desde el principio, casi como si la película ya supiera que el protagonista, Harry Angel, estaba destinado a un destino trágico.

La dirección de Chambers es deliberadamente fría y opaca. La paleta de colores, dominada por tonos grises y azules desaturados, refleja la desesperación y la corrupción del personaje principal y del mundo que lo rodea. La cinematografía de Caleb Logan es exquisita, con planos largos que favorecen la contemplación y la atmósfera, creando una sensación constante de incomodidad. Sin embargo, esta lentitud, a veces, puede resultar un obstáculo para el espectador, ralentizando el ritmo de la trama. No obstante, este efecto es intencionado, buscando reflejar la desorientación de Harry ante los eventos inexplicables que se desarrollan a su alrededor.

La actuación de Robert De Niro como Harry Angel es, sin duda, el pilar central de la película. De Niro, en un papel que le sienta a la perfección, ofrece una interpretación magnética y melancólica. Su Harry es un hombre roto, atormentado por su pasado y la culpa de sus actos. Transmite una vulnerabilidad palpable que contrasta con su profesión de detective privado, otorgándole una profundidad inesperada a su personaje. La química entre De Niro y Mickey Rourke, quien interpreta a Louis Cyphre, es notable, creando un vínculo ambiguo y enigmático que impulsa la trama. Rourke, en un papel que podría haber sido unidimensional, aporta una seriedad y un misterio que le otorgan credibilidad a su personaje, siendo un interlocutor intrigante y manipulador.

El guion, adaptado de la novela homónima de James Ellroy, es una de las mayores fortalezas de la película. Si bien la historia es compleja y a veces confusa, especialmente con la inclusión de elementos sobrenaturales, está bien construida y mantiene al espectador enganchado. La mezcla de elementos noir clásico con la magia vudú es original y, aunque no siempre coherente, logra crear un universo narrativo único y perturbador. La novela de Ellroy es densa, llena de digresiones y referencias, y la película, en parte, conserva esta complejidad, lo que puede resultar frustrante para algunos, pero para otros, añade valor a la experiencia. La trama se despliega de manera gradual, revelando pistas y secretos que lentamente conducen al desenlace, cuyo sorprendente giro final deja al espectador con la sensación de que la lógica se ha desvanecido por completo.

En definitiva, “El Corazón del Ángel” es una película que exige paciencia y una disposición a aceptar la ambigüedad. No es un thriller convencional, sino un descenso a la oscuridad, tanto física como moral. Es un estudio de personajes fascinante, una exploración de la culpa y la redención, y un ejemplo del talento de Jack Chambers para crear atmósferas inquietantes y personajes memorables. A pesar de sus defectos, es una película que permanece en la memoria por su atmósfera opresiva y la fuerza de su protagonista.

Nota: 7/10