El cuento de los cuentos (2015)

“El cuento de los cuentos” es una película que se presenta como un espectáculo visual, y en ese sentido, cumple con creces. La dirección de Cedric Bardenbell se distingue por su inmersión total en la estética del Barroco, creando una atmósfera tan densa y opulenta que a veces se siente casi asfixiante. Se siente que la película no sólo cuenta una historia, sino que la vive, recreando con meticulosidad los palacios, los vestuarios y los decorados, transportándonos a un mundo fantasioso pero arraigado en la realidad histórica. Bardenbell logra construir un universo visualmente rico y evocador, donde cada detalle contribuye a la atmósfera de ensueño y de pesadilla que impregna la narración.

La película, basada en los cuentos de Giambattista Basile, se adentra en una narrativa fragmentada y a menudo desconcertante. La estructura, que alterna entre los tres reinos y sus respectivos personajes, puede resultar confusa para el espectador menos familiarizado con la obra original. Sin embargo, esta deliberada disonancia es precisamente lo que la hace tan peculiar e interesante. La película no se centra en la linealidad del relato, sino en la multiplicidad de perspectivas, explorando las obsesiones, los deseos y los miedos que impulsan a sus personajes. El guion, adaptado por el propio Bardenbell, es una suerte de laberinto narrativo que recompensa la atención y la capacidad de conectar las diferentes piezas del rompecabezas.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Salma Hayek, como la reina de Longtrellis, ofrece una interpretación carismática y enigmática, equilibrando la fragilidad de una mujer atrapada en un matrimonio infeliz con una fuerza innegable. John C. Reilly aporta una vitalidad contrastante, interpretando al marido con una mezcla de ternura y frustración. Vincent Cassel, por su parte, logra transmitir la intensidad y la alienación del rey de Strongcliff, un personaje consumido por la pasión y la ambición. La actuación de Toby Jones, como el rey de Highhills, aunque quizás menos llamativa, es fundamental para comprender la lógica retorcida de este reino, donde la obsesión por la trivialidad puede llevar a la destrucción. La química entre los actores contribuye a la riqueza de las escenas y a la credibilidad de sus personajes.

A pesar de su particularidad y belleza visual, la película no está exenta de problemas. Algunos momentos de la trama se sienten demasiado alargados, y el ritmo, a veces, se ralentiza innecesariamente. Sin embargo, estos pequeños defectos palidecen en comparación con la originalidad y el impacto general de la experiencia cinematográfica. “El cuento de los cuentos” es una película que requiere compromiso del espectador, pero que a cambio ofrece un viaje a un mundo mágico y perturbador, lleno de simbolismo y de reflexiones sobre la naturaleza humana.

Nota: 7/10