“Él dijo, ella dijo” no es una revolución cinematográfica, ni mucho menos una obra maestra del género romántico-dramático. Sin embargo, la película logra ser una experiencia entretenida, aunque predecible, que explora con un cierto magnetismo la dinámica de dos personalidades en conflicto, tanto profesional como personal. La premisa, la idea de que dos reporteros opuestos se enfrentan en un programa televisivo y, sin querer, descubren una atracción mutua, es un tropo narrativo bastante utilizado, pero la película se aferra a él con un rigor que, en última instancia, le confiere un aire fresco y sin artimañas.
La dirección de Ben Laurents es sólida, sin excesivas florituras, y se centra en la caracterización de los personajes. La tensión palpable entre Dan (James Marsden) y Lorie (Kate Hudson) es el motor principal de la trama, y Laurents consigue construirla gradualmente, no recurriendo a clichés melodramáticos. La puesta en escena es limpia y funcional, enfocándose en las conversaciones y los debates, lo que permite al espectador sintonizar con las ideas que se presentan. A pesar de la simplicidad visual, la película consigue transmitir la atmósfera de nervios y la creciente complicación de las interacciones entre los protagonistas. Se evita, afortunadamente, la grandilocuencia, manteniendo la mirada fija en la complejidad de la situación.
Las actuaciones de Marsden y Hudson son, sin duda, el punto fuerte de la película. Marsden ofrece una interpretación natural y convincente como el periodista escéptico y un tanto arrogante, mientras que Hudson aporta una elegancia y una vulnerabilidad que compensan, en parte, la inicial frialdad del personaje. La química entre los dos actores es genuina y contribuye a que la evolución de su relación se sienta creíble, aunque, para ser sincero, un poco forzada en algunas ocasiones. El resto del reparto, aunque secundario, cumple su función, proporcionando apoyos a la trama sin destacar particularmente.
El guion, escrito por Dylan Wilson, presenta algunas lagunas. Si bien la idea central es interesante, la trama a veces se siente un poco apresurada y algunos diálogos son deliberadamente artificiosos. La exploración de las diferencias ideológicas entre Dan y Lorie, aunque relevante, podría haberse profundizado más, sin sacrificar el equilibrio narrativo. Las discusiones, que deberían ser el núcleo del programa, se sienten a veces repetitivas y carentes de sutileza, convirtiéndose en un vehículo para la exposición de opiniones en lugar de un verdadero conflicto intelectual. Sin embargo, hay momentos de lucidez y observaciones perspicaces que sugieren un potencial mayor en el material original. El tratamiento de la "rivalidad" en el trabajo es un poco simplista y, en general, la película no arriesga demasiado en términos de innovación narrativa.
En definitiva, “Él dijo, ella dijo” es un entretenimiento ligero y agradable, una comedia romántica con una pizca de debate ideológico. No es una obra maestra, pero sí una película que ofrece una experiencia visualmente correcta y, sobre todo, un entretenimiento decente para una noche de cine. La química entre los protagonistas y la exploración, aunque limitada, de las diferencias de opinión son sus principales fortalezas.
Nota:** 6/10