El Dream Team (2016)

“El Dream Team” es una comedia dramática que, aunque no alcanza la gloria de las películas deportivas más icónicas, ofrece una reflexión interesante sobre la redención, la familia y el verdadero significado del éxito, elementos que a menudo se diluyen en la euforia del deporte profesional. La película, dirigida con una notable sensibilidad por Jean-Pierre Damiani, se centra en Maxime Belloc, un jugador de fútbol aparentemente consumido por la fama y la ambición, cuyo retiro forzado a casa de su padre, Lucien, se convierte en el punto de partida de un viaje personal de autodescubrimiento.

La dirección de Damiani se caracteriza por un estilo visual que equilibra la intensidad del deporte con la intimidad de la relación entre Maxime y Lucien. Hay momentos de diálogos directos y duros, otros de silencios cargados de tensión, que logran transmitir el profundo abismo emocional que separa a estos dos hombres. La película no se centra en las jugadas de fútbol, sino en las pequeñas acciones, los gestos, las miradas que revelan la evolución del protagonista. La banda sonora, minimalista pero efectiva, contribuye a crear una atmósfera melancólica y a subrayar los momentos clave de la trama.

La interpretación de Samuel Kim como Maxime Belloc es, en mi opinión, el corazón de la película. Kim logra transmitir la frustración, la ira y, finalmente, la vulnerabilidad de un hombre que se encuentra enfrentado a sus propios demonios. Su evolución es gradual y convincente, lo que permite al espectador conectar con su personaje a un nivel profundo. Por otro lado, la actuación de Bernard Giraudeau como Lucien es excepcionalmente sutil. Giraudeau evita el melodrama y se centra en mostrar la complejidad de un hombre marcado por el pasado y que, a pesar de sus heridas, es capaz de ofrecer amor y comprensión a su hijo. La química entre ambos actores es palpable y fundamental para el éxito emocional de la película.

El guion, escrito por Christophe Baric, se beneficia de un ritmo pausado que permite al espectador absorber la información y conectarse con los personajes. Sin embargo, en ocasiones, la trama se vuelve un poco demasiado lenta, y algunos diálogos podrían haber sido más concisos. No obstante, el guion mantiene una coherencia interna y explora con inteligencia los temas de la pérdida, el arrepentimiento y la aceptación. La película no pretende ofrecer respuestas fáciles; en cambio, plantea preguntas sobre lo que realmente importa en la vida y cómo podemos encontrar la redención después de haber cometido errores.

En definitiva, “El Dream Team” es una comedia dramática que, aunque no sea un hito del género deportivo, es una película con corazón que explora temas universales como la familia, el perdón y la búsqueda de la felicidad. Es una película que te obliga a reflexionar y a preguntarte qué significa ser un verdadero campeón, no solo en el campo de juego, sino en la vida misma. Es una película que sabe generar empatía y te hace querer que los personajes encuentren la paz.

Nota: 7.5/10