“El Duelo Final” (The Final Fight) es una película que, a primera vista, podría parecer una simple entrega de acción y brutalidad. Sin embargo, bajo la superficie de peleas espectaculares y coreografías elaboradas, se esconde una narrativa sorprendentemente madura sobre la familia, la pérdida y la redención. Dirigida por el experimentado Daniel Anker, la película logra equilibrar con éxito el género de acción con elementos de drama familiar, aunque con algunas vacilaciones que dificultan su éxito total.
La dirección de Anker es meticulosa. Las escenas de lucha son visualmente impactantes y técnicamente impecables, mostrando un estudio exhaustivo de las técnicas de lucha coreografiada. No se limita a ser un puñetazo y un golpe, sino que busca retratar la estrategia, la tensión física y la psicología del combate. La cámara se acerca para captar la intensidad en los rostros de las protagonistas, transmitiendo la presión y el peligro que enfrentan en cada movimiento. Sin embargo, a veces, la estética visual, aunque atractiva, puede oscurecer la historia, desprendiendo la tensión que se debería desarrollar de manera más orgánica.
Las actuaciones son, en general, sobresalientes. Rebecca Ferguson, que interpreta a Rebecca, ofrece una interpretación contundente y convincente. Su personaje evoluciona a lo largo de la película, pasando de la desilusión y el resentimiento a la determinación y la valentía. El resto del reparto, especialmente la joven estrella Valentina Vecchio como la nueva integrante del club de lucha, demuestra un talento prometedor. La Vecchio transmite una vulnerabilidad que contrasta con la brutalidad del entorno, generando empatía en el espectador. No obstante, la intensidad del melodrama familiar a veces sobrecarga las escenas con personajes secundarios poco desarrollados.
El guion, escrito por Anker y Michael Arndt, presenta una premisa interesante: una ex luchadora que regresa a un mundo que abandonó por convicción y con la que se siente culpable. El conflicto familiar, la culpa y el deseo de proteger a la hermana, son elementos narrativos sólidos. Sin embargo, la trama se complica con un subtema relacionado con la adicción y el pasado de Rebecca que no termina de convencer. Las motivaciones de los personajes, especialmente del antagonista, a veces son poco claras, lo que resta fuerza a la confrontación final. El ritmo, a pesar de los momentos de tensión, es irregular, con escenas que se sienten apresuradas y otras que se alargan innecesariamente. El final, aunque satisfactorio en cierto modo, resulta algo predecible y carente de la complejidad que se podría haber esperado.
En definitiva, "El Duelo Final" es una película de acción con recursos visuales y actuaciones destacadas, pero que no alcanza su máximo potencial debido a una trama a veces desequilibrada y algunos elementos narrativos menos convincentes. Es un esfuerzo visualmente atractivo que ofrece entretenimiento, pero que, en última instancia, no deja una huella profunda.
Nota: 6/10