“El empleado del mes” (The Promotion) es una comedia que, aunque carece de la chispa y la originalidad que caracterizaban las obras de Nancy Meyers ("De boda en boda"), ofrece un entretenimiento ligero y, en cierto modo, refrescante. Los productores se han propuesto replicar el tono de humor desenfadado y la mirada irónica sobre las dinámicas sociales en el ámbito laboral, y en gran medida, lo logran, aunque sin alcanzar la perfección de sus predecescentes.
La trama, centrada en la competición entre dos empleados de una gran cadena de almacenes por la tan codiciada distinción de “Empleado del Mes”, es un cliché que se ha explorado antes, pero se ve potenciado por la personalidad de sus protagonistas: Mark Ruffalo y Seth Rogen. Ruffalo, en un papel relativamente sencillo pero efectivo, ofrece una interpretación sólida de un hombre que, a pesar de ser un buen empleado, carece de ambición y se ve arrastrado por las estrategias de su compañero. Rogen, por su parte, explota al máximo su carisma natural para interpretar a un tipo impulsivo, poco convencional y, obviamente, tremendamente competitivo. La química entre los dos actores es notable y contribuye de manera importante al humor de la película, aunque a veces se siente un poco forzada y dependiente de sus personalidades.
La dirección de Jon Lucas y Scott Moore es competente, pero no destaca particularmente. Se centra en la ambientación y en mostrar las situaciones cómicas, sin profundizar demasiado en la psicología de los personajes o en la construcción del mundo. El ritmo es pausado, lo que permite apreciar los detalles de la trama y las interacciones entre los personajes, pero también puede resultar un poco lento para algunos espectadores. No obstante, la película sabe utilizar los clichés del género para crear momentos divertidos y sorprendentes, como la infiltración en la vida personal de la dependienta, interpretada de forma convincente por Annie Ernsberger, o las estrategias absurdas que se toman los protagonistas para obtener el favor de la jefa (Da'Vine Coleman).
El guion, aunque mantiene una estructura convencional, incluye algunos diálogos ingeniosos y situaciones cómicas inesperadas. Sin embargo, la historia en sí misma es predecible y carece de un mensaje profundo. La película se centra exclusivamente en la competencia por un premio banal, y no explora las motivaciones subyacentes de los personajes. Se limita a mostrar las consecuencias de su ambición desmedida, pero sin ofrecer una crítica social o un mensaje moralizante. Si bien los momentos cómicos son abundantes, la falta de profundidad y originalidad pueden resultar decepcionantes para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica más enriquecedora.
En definitiva, “El empleado del mes” es una comedia ligera y entretenida, que ofrece un entretenimiento sólido y un buen rato en el cine. Sin embargo, su falta de originalidad y profundidad le impiden alcanzar un nivel superior. Es una película disfrutable para aquellos que buscan una escapada ligera y no esperan grandes sorpresas.
Nota: 6/10