El escándalo (2019)

“El escándalo” (The Fall), dirigida por Jay Roach, no es simplemente un drama político; es una disección quirúrgica de la cultura de la cancelación, del poder corrupto y, en última instancia, de la fragilidad de la imagen pública. La película, basada en investigaciones periodísticas exhaustivas y en la revelación del caso Fox News, logra capturar el aura de opulencia y la atmósfera tóxica que rodeaba a Roger Ailes, el arquitecto del imperio mediático que dominó la televisión conservadora americana. Roach, conocido por su trabajo en comedia, demuestra una notable habilidad para abordar un tema tan denso y político con una naturalidad sorprendente, evitando caer en la propaganda y centrándose en los detalles concretos que llevaron a la caída del magnate.

El guion, adaptado por Eric Roth, es la pieza central de la película. No rehúye la complejidad del caso, presentando a los personajes como individuos con motivaciones y deseos ambivalentes. Si bien la narrativa se centra en las mujeres que expusieron las prácticas de Ailes – Beth Wilkinson, Kara Sweeny, y Lisa Davis – la película no las convierte en heroínas unidimensionales. Se les muestra con sus propias dudas, sus propias frustraciones y la ardua lucha que enfrentan al desafiar una entidad tan poderosa. La tensión no reside en un enfrentamiento directo, sino en la lenta e implacable acumulación de pruebas y en la constancia de las investigadoras a lo largo de años de trabajo. La película ilustra a la perfección cómo la persistencia y la meticulosidad pueden desafiar incluso las estrategias más elaboradas de un hombre que había construido su imperio sobre la manipulación y el control.

Las actuaciones son, en su conjunto, sobresalientes. Nicole Kidman ofrece una interpretación magistral como Beth Wilkinson, transmitiendo la determinación, la inteligencia y la vulnerabilidad de una abogada que se enfrenta a un gigante. Hugh Jackman, por otro lado, construye un retrato convincente de Roger Ailes, no como un villano caricaturesco, sino como un hombre convencido de su propio derecho a la influencia, un individuo que se aferra a su poder a pesar de las evidencias contra él. Se percibe una amargura latente en su personaje, una frustración que se refleja en su mirada y en sus decisiones. La química entre Kidman y Jackman es palpable y contribuye significativamente al desarrollo de la trama.

La dirección de Roach se caracteriza por su discreción. Evita los excesos de dramatización, permitiendo que la historia se desarrolle con un ritmo pausado pero eficaz. La película utiliza una paleta de colores y una fotografía que reflejan la opulencia del mundo de Fox News, contrastando con la austeridad y la determinación de las investigadoras. “El escándalo” es un comentario provocador sobre la ética en los medios de comunicación, la responsabilidad social y el impacto de la tecnología en la política. Más que una simple película de escándalo, es un análisis lúcido y perturbador de cómo el poder puede corromper e incluso cómo, a través de la valentía y la perseverancia, se puede desafiar. Es una obra que invita a la reflexión y a una profunda discusión sobre el papel de los medios en la sociedad moderna.

Nota: 8/10