El escándalo Ted Kennedy (2018)

“El escándalo Ted Kennedy” no es un biopic convencional, sino un análisis implacable y, en muchos sentidos, desconcertante de una vida marcada por el trauma, la ambición y una incapacidad crucial para confrontar la verdad. La película de Jeff Pollack, lejos de idealizar al icónico senador, nos presenta a un hombre complejo y profundamente fallible, atrapado en un ciclo de evasión y autojustificación tras el fatídico accidente de Mary Jo Kopechne. No se trata de un drama centrado en el crimen en sí, sino en las consecuencias devastadoras de la omisión y la manipulación que lo rodean.

La dirección de Pollack es precisa y deliberada. Se evita el melodrama barato, optando por un tono sombrío y claustrofóbico que refleja el estado emocional del protagonista. El uso de la luz y la sombra, la fotografía granulosa que evoca la nostalgia y la incertidumbre, contribuyen a la atmósfera opresiva. Sin embargo, quizás el mayor logro de la dirección reside en su capacidad para mostrar la relatividad moral. La película no juzga a Ted Kennedy de manera unidireccional; explora las circunstancias, las presiones políticas y las relaciones familiares que lo influyeron, aunque no las excusen.

Las actuaciones son, en su mayoría, sobresalientes. Matt Damon ofrece una interpretación magistral, capturando la esencia de Kennedy sin caer en la caricatura. Su Ted Kennedy es un hombre marcado por el dolor, la culpa y la paranoia, un hombre que, a pesar de su inteligencia y carisma, se siente incapaz de asumir la responsabilidad por sus actos. Robert Blake, como el difunto Jack Kennedy, logra transmitir tanto la genialidad como la fragilidad de la figura paterna, dejando un vacío imborrable en el personaje de su hijo. La interpretación de Amber Heard, aunque controvertida para algunos, es sutil y efectiva como Mary Jo Kopechne, una joven con sueños truncados y una voz silenciada.

El guion es el corazón de la película. Se basa en un libro de investigación exhaustivo y la película se adentra en los detalles menos conocidos de la vida de Kennedy, revelando una red de engaños, encubrimientos y manipulación política. Se examina con detalle el impacto de la familia Kennedy en el caso, la intervención de la prensa y los intentos de proteger la imagen del senador. La película no se limita a narrar los hechos; explora las motivaciones subyacentes y las implicaciones a largo plazo. El guion es inteligente, provocador y, en ocasiones, inquietante. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas incómodas sobre el poder, la responsabilidad y la naturaleza humana.

En definitiva, "El escándalo Ted Kennedy" es una película que desafía al espectador a confrontar la complejidad moral de su protagonista. No es un espectáculo fácil, pero es una experiencia cinematográfica valiosa que invita a la reflexión y, posiblemente, a replantearse algunas ideas preconcebidas sobre un hombre que ha dejado una huella indeleble en la historia de Estados Unidos. Nota: 8/10