El esmoquin (2002)

“El Esmoquin” (2002) no es precisamente una joya del cine de acción, pero ofrece un entretenimiento divertido y sorprendentemente creativo, aunque con algunas inconsistencias. La película, dirigida por Peter Chelsom, juega con un concepto visualmente atractivo y una premisa original – el traje como arma – que, a pesar de su ejecución a veces torpe, merece la pena ser vista. La idea central, que transforma un simple vestido oscuro en un dispositivo de protección y ataque, es tanto un guiño a las películas de espías clásicas como una declaración de intenciones sobre el poder y la apariencia.

La película funciona sorprendentemente bien gracias a la dirección de Chelsom, que mantiene un equilibrio entre la comedia de acción y el cine de espías, aunque a veces se inclina demasiado hacia el lado cómico. Hay momentos donde la película se toma a sí misma con mucha ligereza, lo cual puede resultar un tanto desconcertante, especialmente cuando se requiere tensión dramática. Sin embargo, la estética visual y el ritmo general son bastante dinámicos, impulsados por secuencias de acción fluidas y coreografías de lucha innovadoras para la época. Jackie Chan, como siempre, aporta su característica energía y destreza física, adaptando sus habilidades a este nuevo y peculiar elemento: el esmoquin. Su interpretación es natural y convincente, y aporta un toque de genuino humor a la historia.

Las actuaciones son sólidas, aunque las de los actores menos conocidos son, en su mayoría, decentes. Jason Isaacs, como el magnate Clark Devlin, interpreta su papel de villano frío y calculador con un toque de encanto oscuro. Jennifer Love Hewitt, en su papel de agente novata, aporta un contrapunto juvenil e inocente al personaje de Chan. Su química, aunque un poco forzada, es suficiente para mantener el interés del espectador en la trama. No obstante, la película podría haber beneficiado de un mayor desarrollo de sus personajes secundarios, que se limitan a cumplir funciones meramente expositivas.

El guion, escrito por Ken La dash y Peter Chelsom, presenta algunas debilidades. La trama, aunque original en su idea central, se vuelve un tanto recargada y confusa en algunos momentos. La introducción de elementos de espionaje y contraespionaje se siente apresurada, y algunos diálogos son expositivos y poco naturales. Sin embargo, la película logra mantener un cierto nivel de frescura gracias a su enfoque particular y a la capacidad del guion para generar momentos de humor inesperado. La previsible resolución y algunos clichés de género, terminan siendo un inconveniente, aunque la ejecución y la puesta en escena mantienen el interés durante la mayor parte de la película.

En definitiva, "El Esmoquin" es una película de acción con un toque de comedia, que no pretende ser un clásico, pero que sí ofrece un entretenimiento visualmente atractivo y una premisa original. Si eres fan de Jackie Chan o simplemente buscas una película de acción divertida y poco convencional, esta podría ser una opción interesante. No es obra maestra, pero su singularidad la hace digna de ser vista.

Nota: 6/10