El fuego y la palabra (1960)

(EN) · Drama · 2h 26m

"Todos ustedes son pecadores ... Vais a arder todos en el infierno!"

Póster de El fuego y la palabra
Media
7.3 /10

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Sinopsis

Elmer Gantry (Burt Lancaster) es un hombre atractivo, oportunista y extremadamente inmoral. El día en el que asiste, por casualidad, a una reunión religiosa se da cuenta de lo fácil que es ganar dinero como predicador y se convierte a la religión Evangélica. Junto con la hermana Sharon Falconer (Jean Simmons), Elmer pronuncia unos estremecedores sermones que le permiten conseguir fama y dinero. Sin embargo, un periodista (Arthur Kennedy) sigue sus pasos para desenmascararlo. La situación se complica aún más cuando reaparece en su vida una antigua amiga (Shirley Jones), que hará que Gantry se tenga que enfrentar a su turbio pasado.

Ficha de la película

Título original

Elmer Gantry


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Bernard Smith


Reparto principal de El fuego y la palabra

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El fuego y la palabra.

Tráiler Oficial

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Críticas de la película

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Lucía Ríos
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.5/10)

“El Fuego y la Palabra” (1966) es un melodrama religioso que, a pesar de su ambientación y contexto históricos, deja una huella imborrable por la complejidad moral que plantea y la ambigüedad que envuelve al personaje de Elmer Gantry, interpretado magistralmente por Burt Lancaster. La película no se limita a ser una simple denuncia de la hipocresía religiosa; se adentra en la vulnerabilidad humana, en la búsqueda de la aceptación y en la manipulación de las creencias por interés personal. Lancaster entrega una actuación asombrosa, que va desde la superficialidad y la astucia de un hombre que sabe vender la fe, hasta una crisis existencial que le permite vislumbrar la posibilidad de una transformación, aunque sea efímera.

La dirección de William Wyler es cuidadosa y, a menudo, sutil. Wyler evita los clichés del género, preferiendo un enfoque realista que muestra la vida de Elmer no solo en las brillantes y grandiosas iglesias, sino también en los barrios marginales de Nueva York, donde sus acciones tienen consecuencias tangibles. Hay una honestidad brutal en la representación de la pobreza y la desesperación de estas comunidades, que contrasta fuertemente con el brillo artificial del mundo evangélico. La película se beneficia enormemente de su escala, con grandes escenas en Nueva York y en las iglesias, pero también de las escenas más íntimas que exploran la fragilidad emocional de sus personajes.

Jean Simmons, como la hermana Sharon Falconer, ofrece una interpretación dulce y, a veces, conmovedora. Su personaje no es simplemente el arquetipo de la joven religiosa virtuosa; es una mujer con sueños y aspiraciones, atrapada en un mundo donde su fe es constantemente cuestionada. Sin embargo, la relación entre Sharon y Elmer no es el centro de la narrativa. El verdadero conflicto reside en la lucha interna de Elmer y su incapacidad para liberarse de sus propios demonios. La química entre Lancaster y Shirley Jones, aunque no siempre brillante, añade una capa de tensión y drama a la trama. Arthur Kennedy, como el periodista, cumple su papel de antagonista con precisión, aunque su personaje podría haber tenido un mayor desarrollo.

El guion, adaptado de la novela de Richard Brooks, es donde la película realmente brilla. La adaptación captura la esencia del libro, explorando la ambigüedad moral del personaje de Elmer Gantry y el cuestionamiento constante de sus acciones. No hay respuestas fáciles ni justificaciones absolutas. La película plantea preguntas difíciles sobre la fe, la hipocresía y la naturaleza humana. La trama, aunque a veces un poco lenta, se mantiene absorbente gracias a la complejidad de sus personajes y a la dirección estratégica de los conflictos. El tema de la manipulación de la religión para obtener beneficios materiales es particularmente inquietante, y la película lo aborda con una honestidad que pocas obras de este género han logrado. “El Fuego y la Palabra” no busca condenar a Elmer Gantry; más bien, busca comprenderlo, permitiendo al espectador juzgar por sí mismo los motivos detrás de sus acciones.

Nota: 7.5/10

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