El fugitivo (1993)

“El Fugitivo” (The Fugitive, 1993) es, en esencia, un thriller de persecución implacable, pero también una conmovedora reflexión sobre la justicia, la inocencia y el peso de la sospecha. La película, dirigida con maestría por Ridley Scott, no se limita a ofrecer una simple historia de persecución; construye un universo narrativo cautivador con una atmósfera de tensión constante y un ritmo que te mantiene en vilo desde el primer minuto. Scott, conocido por su estilo visualmente distintivo, logra aquí un equilibrio perfecto entre la acción frenética y los momentos de introspección que definen al protagonista, Richard Kimble.

Harrison Ford, en un papel que se ajusta a su destreza interpretativa, ofrece una actuación convincente como Kimble. Evita la teatralidad, optando por una entrega natural y vulnerable, logrando que el espectador conecte profundamente con su personaje. Su transformación de un cirujano respetado a un fugitivo desesperado por limpiar su nombre es gradual y creíble. El contraste entre su antigua vida y su nueva realidad, marcada por la huida y la incertidumbre, es palpable en cada gesto y mirada. A pesar de que la trama podría haber recayido en la caricatura de un hombre perseguido, Ford aporta una humanidad esencial que transforma la historia en algo más profundo.

La dirección de fotografía de Dean Bisanz es crucial para el éxito de la película. El uso del color, especialmente el verde, se convierte en un símbolo recurrente de la desesperación y el peligro. Las escenas de persecución son impresionantes, no por la cantidad de explosiones o efectos especiales, sino por la coreografía y la planificación meticulosa. Scott domina el arte de la persecución, creando secuencias que son a la vez emocionantes y realistas. El diseño de producción también contribuye significativamente a la atmósfera. Las calles de Chicago, con su arquitectura victoriana y su ambiente nocturno, se convierten en un personaje más, un laberinto donde Kimble se ve obligado a luchar por su supervivencia.

El guion, coescrito por Paul Schrader, se centra en la construcción del personaje de Kimble. La película explora la psicología de un hombre que, a pesar de su inocencia, se encuentra en una situación impensable. La búsqueda del asesino no solo es una cuestión de justicia, sino también una forma de recuperar su identidad y su sentido de la vida. La ambigüedad moral que rodea la figura de Samuel Gerard, interpretado por Tommy Lee Jones, también añade una capa de complejidad a la narrativa. Gerard no es un villano caricaturesco, sino un detective experimentado que, aunque está decidido a capturar a Kimble, también comprende la angustia del hombre perseguido. La película plantea preguntas importantes sobre la naturaleza de la justicia y la capacidad del sistema para equivocarse.

En definitiva, “El Fugitivo” es un thriller excepcionalmente bien ejecutado que combina la tensión de la persecución con la profundidad emocional de la historia de un hombre inocente. Es una película que se queda contigo mucho después de que termina, invitándote a reflexionar sobre temas como la verdad, la justicia y la naturaleza humana. Nota: 9/10