El furor del dragón (1972)

“El furor del dragón” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en la próspera oferta de acción y artes marciales que el cine ofrece. Sin embargo, bajo la superficie de explosiones y coreografías impresionantes, se esconde una producción que, aunque no llega a la perfección, ofrece una experiencia entretenida y, sorprendentemente, a veces reflexiva. La película, dirigida por Robert Clouse, se beneficia enormemente de la presencia carismática y la imponente figura de Bruce Lee, cuyo protagonismo no solo reside en sus impresionantes habilidades de combate, sino también en su innegable presencia y encanto.

La dirección de Clouse, aunque carente de la audacia y la innovación que se esperaría de un director con la experiencia del productor, se centra en la ejecución de las escenas de acción con una disciplina que se aprecia. Las coreografías de Lee son, en general, excepcionales. Son limpias, precisas y creativas, utilizando el entorno romano como escenario para mostrar la destreza del protagonista. No obstante, la película a veces cae en la mecánica y en la repetición de ciertos movimientos, lo que, en algunos momentos, disminuye el impacto. La banda sonora, por su parte, contribuye a crear una atmósfera intensa, aunque a veces un poco exagerada, que complementa las escenas de lucha.

El guion es, en última instancia, un problema principal de la película. La trama es bastante sencilla y predecible. La amenaza de la mafia a Chen Ching-Hua se presenta de forma rápida y sin profundizar en las motivaciones de los antagonistas. La relación entre Lee y Chen Ching-Hua, la protagonista femenina, se desarrolla de forma apresurada, con diálogos que a menudo son torpes e innecesarios. Se pierde la oportunidad de explorar las diferencias culturales entre Bruce Lee y la sociedad romana, y las interacciones a menudo se reducen a momentos de comedia o de tensión superficial. La película parece más preocupada por mostrar a Lee en acción que por construir una narrativa convincente.

A pesar de sus defectos narrativos y la dirección algo convencional, las actuaciones son sólidas. Lee, por supuesto, es el alma de la película. Transmite un aura de seriedad y determinación, y sus habilidades marciales son innegables. Además, el elenco de reparto, que incluye a Christopher Lee, Claudia Cardinale y Franco Nero, aporta solidez y personalidad a la película. La presencia de Christopher Lee, en particular, es un acierto; su interpretación añade un toque de clase y amenaza a la trama.

En definitiva, "El furor del dragón" es una película de acción que entrega lo que promete: un despliegue espectacular de artes marciales protagonizado por Bruce Lee. Si bien la historia es simple y la dirección poco original, la película es una experiencia visualmente estimulante y entretenida. Para los fans de Lee y del cine de acción de los años 70, es una joya que merece la pena ver.

Nota: 6.5/10