El gran Gatsby (2013)

“El gran Gatsby” de Baz Luhrmann es una experiencia cinematográfica audaz, un torbellino visual y sonoro que, a pesar de sus excesos, logra evocar la atmósfera decadente y nostálgica de la Era del Jazz. Luhrmann, conocido por su estilo extravagante, no se resiste a la grandiosidad del relato de F. Scott Fitzgerald, y el resultado es una película que, en ocasiones, parece más un espectáculo sensorial que una interpretación profunda del texto original. Sin embargo, subyace una película valiosa que, con un guion inteligente y unas actuaciones memorables, se aferra a la esencia de la historia.

El guion, adaptado de la novela, se centra en la obsesión de Jay Gatsby (Leonardo DiCaprio) por recuperar el amor perdido de su juventud, Daisy Buchanan (Carey Mulligan). La narrativa se construye en un pasado narrado por Nick Carraway (Tobey Maguire), un joven que se ve envuelto en las vidas opulentas y, en última instancia, trágicas de Gatsby y su círculo social. Luhrmann opta por una estructura temporal no lineal, utilizando flashbacks y la voz en off de Nick para revelar la historia gradualmente, una estrategia que a veces funciona con gran eficacia, creando un ritmo palpable y una sensación de misterio. No obstante, a veces el exceso de artificios y la sobreexposición de la narrativa pueden ralentizar el desarrollo de la trama y dificultar la conexión emocional del espectador.

La dirección de Luhrmann se distingue por su uso innovador del color, la música y el montaje. La película está repleta de imágenes impactantes y vibrantes, con una paleta de colores que refleja la exuberancia y la superficialidad de la época. La banda sonora, compuesta por canciones icónicas de la Era del Jazz, es magistral, creando una atmósfera hipnótica y evocadora. Sin embargo, es importante reconocer que la intensidad visual y sonora a veces eclipsa la narrativa, convirtiendo la película en un espectáculo de luces y sonidos, más que en una exploración emocional del personaje principal.

Las actuaciones son, en general, sobresalientes. DiCaprio ofrece una interpretación cautivadora como Gatsby, transmitiendo su melancolía, su ambición desmedida y su vulnerabilidad. Carey Mulligan, como Daisy, logra capturar la complejidad del personaje, mostrando tanto su belleza etérea como su fragilidad y falta de conciencia. El resto del elenco –Joel Edgerton como Tom Buchanan, Elizabeth Debicki como Myrtle Wilson – complementa la interpretación, añadiendo matices a los personajes secundarios. La química entre DiCaprio y Mulligan es especialmente notable, contribuyendo al desarrollo de la trama principal.

En definitiva, “El gran Gatsby” es una película ambiciosa, a veces excesiva, pero que logra plasmar la atmósfera y el espíritu de la novela de Fitzgerald. Aunque el estilo extravagante de Luhrmann puede no ser del gusto de todos, la película ofrece una experiencia visualmente estimulante y, en definitiva, memorable. Es una reinterpretación moderna de un clásico atemporal que, con sus logros y sus defectos, justifica su lugar en el canon cinematográfico.

Nota: 7.5/10