El ídolo (1992)

“El Ídolo” no es solo un biopic sobre George Herman “Babe” Ruth, aunque eso ya es un atractivo considerable. Es una exploración sorprendentemente conmovedora y a menudo incómoda del aislamiento, la búsqueda de aceptación y la dificultad de encontrar un lugar en el mundo, todas envueltas en la leyenda de un ícono del béisbol. La película se adentra en la vida temprana de Ruth, un período que, como bien se sabe, es relativamente oscuro en la biografía del jugador, y logra hacerlo con una honestidad brutal que, por momentos, resulta impactante.

La dirección de Pablo Muñóz es precisa y, en general, efectiva. Logra transmitir la sensación de frustración y alienación que experimentaba Ruth durante su adolescencia. La película no se dedica a glorificar su infancia, sino que muestra una visión más realista y sombría de su vida en una escuela de formación profesional. La puesta en escena es funcional, pero lo realmente notable es cómo Muñóz utiliza la cámara para capturar la mirada de Ruth, a menudo llena de soledad y anhelo. Hay momentos particularmente fuertes de tensión, especialmente en las escenas donde intenta encajar entre sus compañeros, que no siempre son los más acogedores. El uso de primeros planos del rostro de Christian Benavides, que interpreta a un Ruth en su etapa temprana, es fundamental para transmitir la intensidad emocional de estos momentos.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Christian Benavides ofrece una interpretación cautivadora. No se trata de un Babe Ruth musculoso y carismático, sino de un chico desorientado, vulnerable y con una necesidad desesperada de ser aceptado. Su actuación es sutil, pero profunda, y evoca una empatía genuina por su personaje. El resto del reparto, incluyendo a Javier Godino como el padre distante, también ofrece entregas sólidas, aunque algunos personajes secundarios son algo planos y carecen de profundidad. Sin embargo, la actuación de Godino se destaca y es el corazón de la narrativa.

El guion, adaptado de la biografía de Peter Vaums, no es excesivamente espectacular, pero sí logra construir una sólida base dramática. Se centra en la relación de Ruth con su padre, un hombre alcohólico y problemático, y en su lucha por encontrar un propósito en la vida. La película evita caer en clichés deportivos y se concentra en las emociones humanas subyacentes. Si bien la trama puede sentirse un poco apresurada en algunos puntos, especialmente en lo que respecta al desarrollo de su carrera deportiva, las escenas de introspección y conflicto emocional son lo que realmente destacan. Un diálogo sutil pero contundente en el medio de la película sobre la diferencia entre el trabajo "de manos" y el "arte" es un momento memorable que resume la filosofía de Ruth.

En definitiva, "El Ídolo" es una película que sorprende por su honestidad y su capacidad para humanizar a un ícono deportivo. No es una película fácil de ver, ya que aborda temas difíciles como la soledad, el abandono y la búsqueda de identidad. Pero es una película que vale la pena ver, tanto si eres fanático del béisbol como si simplemente buscas una historia sobre la lucha por encontrar tu lugar en el mundo. Es un retrato perspicaz de un hombre antes de la fama, y una reflexión sobre la naturaleza de la excelencia.

Nota: 7.5/10