El Loft (2014)

“El Loft” nos presenta, de nuevo, la perturbadora premisa que Erik Van Looy exploró con tanto maestría en su original de 2008. La película, un remake que se enfrenta a la difícil tarea de no sentirse como una mera copia, logra, en general, mantener el pulso de la historia, aunque con algunas decisiones que podrían haberle dado mayor profundidad. La ambientación, un loft minimalista y ligeramente decadente en Nueva York, se convierte en un personaje más, reflejando la alienación y la fragilidad de los protagonistas. Desde el principio, la película establece un ambiente de tensión palpable, gracias en parte a la puesta en escena y a la banda sonora, que, aunque a veces un poco intrusiva, sirve para intensificar el suspense.

La dirección de Andrew Dodd y Mark Halpern se mantiene discreta, evitando efectos visuales grandilocuentes y centrándose en el desarrollo de los personajes y en la construcción de la narrativa. No es una dirección particularmente innovadora, pero es funcional y efectiva para trasladar la historia a la pantalla. Sin embargo, a veces se siente un ligero desapego, como si los directores prefirieran observar a sus actores que influir directamente en la trama. La atmósfera claustrofóbica del loft, gracias a la dirección de fotografía, contribuye a que el espectador se sienta atrapado junto con los personajes.

El elenco se encuentra en buena forma. Javier Bardem, en un papel que a primera vista podría parecer un cliché de detective sofisticado, aporta un matiz de vulnerabilidad y desconfianza que le da una dimensión interesante a su personaje. Las actuaciones de los otros miembros del grupo –interpretados por Richard Armitage, Riley Keough, Michael Imperioli y Brian Tyree– son sólidas y contribuyen a la complejidad de las relaciones interpersonales que se desarrollan en el loft. No obstante, algunos personajes, especialmente los secundarios, carecen de desarrollo y terminan siendo meros puntos de intriga sin mayor relevancia.

El guion es donde la película presenta la mayor debilidad. Si bien la premisa es atractiva y la idea de un grupo de hombres compartiendo un espacio secreto para ocultar sus vidas amorosas genera curiosidad, la trama avanza de forma lenta y a veces confusa. Las revelaciones, que deberían ser momentos clave de la historia, se suceden de forma abrupta y, en ocasiones, carecen de la justificación lógica que el espectador necesita para creer en la veracidad de los hechos. La exploración de los personajes y sus motivaciones queda a menudo superficial, lo que dificulta la empatía hacia ellos. Se podría haber profundizado más en el pasado de cada uno de los protagonistas, explicando mejor las razones que los llevan a participar en este juego peligroso.

A pesar de sus fallas, “El Loft” ofrece un entretenimiento digno de mención. Es un thriller psicológico que invita a la reflexión sobre la naturaleza del secreto, la infidelidad y la fragilidad de las relaciones humanas. La atmósfera opresiva y la tensión constante mantienen al espectador enganchado hasta el final, aunque el desenlace, aunque sorprendente, no es del todo satisfactorio. La película es un digno intento de actualizar una historia ya contada, pero que, en última instancia, no logra alcanzar el nivel de originalidad y profundidad de su versión original.

Nota: 6/10