El muñeco de nieve (2017)

“El Muñeco de Nieve” (Snowman) es una película que, en lugar de ofrecer un thriller de suspense vertiginoso, se entrega como una atmósfera densa y opresiva, un estudio psicológico sobre la obsesión, el trauma y las cicatrices del pasado. Dirigida por Christian Alblad, la película no se dedica a complacer al espectador con giros argumentales espectaculares, sino a construir lentamente una sensación de inquietud que permea cada plano y diálogo. El director domina a la perfección la lentitud, utilizando la nieve como símbolo de la inmensidad del pasado que acecha al protagonista y le impide avanzar.

La historia se centra en Harry Hole, interpretado magistralmente por Mads Mikkelsen. Mikkelsen, como siempre, ofrece una actuación impecable. Su Harry Hole es un hombre roto, consumido por el pasado y atormentado por su propia ineficacia como detective. La mirada cansada, la voz ronca, la postura encorvada… cada detalle transmite la fragilidad del personaje, su incapacidad para escapar de las sombras que lo persiguen. El conflicto interno de Harry es palpable, y Mikkelsen lo expresa con una sutileza y una intensidad que elevan la actuación por encima de lo meramente competente. Sin embargo, a veces, la película podría haber profundizado un poco más en el trasfondo de las heridas emocionales del personaje, ofreciendo momentos más explícitos de introspección.

La introducción de Jan, interpretado por Alicia Vikander, proporciona una dinámica interesante al equipo de Harry. Vikander, con su porte estoico y su mirada penetrante, se convierte en el contrapunto perfecto para el caos interno de Harry. Su incorporación, no solo aporta una nueva perspectiva al caso, sino que también ofrece al espectador la oportunidad de comprender mejor las motivaciones y las limitaciones del detective. La relación entre Harry y Jan es sutil pero efectiva, construida sobre el respeto mutuo y la necesidad de superar sus propios demonios.

El guion, adaptado de un cuento de Stieg Larsson, es inteligente pero no llega a alcanzar el fulgor de la novela original. Se centra más en la creación de ambiente y en el desarrollo del personaje de Harry, sacrificando, en ocasiones, la complejidad del thriller. La narrativa se mueve a un ritmo pausado, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente. Si bien esta lentitud puede ser frustrante para algunos espectadores, para otros, constituye una de las fortalezas de la película, ya que permite una inmersión profunda en el mundo oscuro y desolado de Harry Hole. La banda sonora, minimalista y evocadora, complementa a la perfección la atmósfera de la película, acentuando la sensación de aislamiento y desesperación.

En definitiva, "El Muñeco de Nieve" es una película atmosférica, contemplativa y perturbadora. No busca agradar con efectos especiales o giros argumentales inesperados, sino que se entrega como un estudio psicológico del trauma y la búsqueda de la verdad. Es una película que requiere paciencia y atención por parte del espectador, pero que recompensa con una experiencia cinematográfica única y memorable. Es una joya para los amantes del cine negro y de las narrativas introspectivas.

Nota: 7/10